SEGUIMIENTO EN EL TIEMPO DE LA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL EN PROYECTOS MINEROS

 

Yiezenia Rosario Ferrer1

 

Recibido 20 de noviembre de 2014, aprobado el 19 de mayo de 2015 y actualizado el 10 de noviembre de 2015

 

DOI: 10.17151/luaz.2016.42.16

 

RESUMEN

 

Las evaluaciones de impacto ambiental surgen con el fin de minimizar los efectos que la actividad humana produce sobre el entorno y corregirlos en la medida de lo posible. Moa (Holguín, Cuba), es una ciudad industrial en la cual la actividad minera ha causado grave daños sobre el entorno, por lo que existe en la actualidad una degradación ambiental importante en el área. Por lo que se hace necesaria la realización de estudios ambientales económicamente sustentables, que propicien una adecuada planificación ambiental del territorio. El presente trabajo tiene como objetivo presentar una metodología para la evaluación de impacto ambiental de proyectos mineros. Para ello, fue realizado un estudio de los métodos y procedimientos más frecuentemente utilizados para evaluar los impactos ambientales de la minería, lo que permitió detectar las deficiencias que tienen lugar en el desarrollo del proceso. Asimismo, fue evaluada la posibilidad de incluir la utilización de técnicas difusas. Como resultado, se describe una metodología de evaluación de impacto ambiental para proyectos mineros utilizando técnicas difusas, que permite realizar el seguimiento en el tiempo del impacto ambiental. Esta metodología permite además: identificar las variaciones que se produzcan en el entorno del emplazamiento del proyecto, conocer el estado del medio ambiente en momentos dados de la ejecución del proyecto, comprobar la efectividad de las medidas correctoras aplicadas, y de esa manera valorar la necesidad de incluir cambios al proyecto.

 

PALABRAS CLAVE

 

Desarrollo sustentable de la minería, evaluación de impacto ambiental, proyectos mineros, técnicas difusas en la evaluación de impacto ambiental.

 

MONITORING THE IMPACT OF ENVIRONMENTAL ASSESSMENT IN MINING PROJECTS

 

ABSTRACT

 

Environmental impact assessment pretends to minimize the effects that human activity causes on the environment, and correct them as much as possible. Moa (Holguín, Cuba) is an industrial city where mining activity has caused serious damage to the environment, reason why there is a great environmental degradation in the area at present. Thus, it is necessary to carry out economically sustainable environmental studies which promote proper environmental planning. 

This article aims to propose an environmental methodology for impact assessment for mining projects. To achieve this goal, a study of the most used methods and procedures to evaluate environmental mining impact was made, which allowed the identification of gaps occurring in the implementation process. Likewise, the possibility to include the use of fuzzy techniques was assessed. As a result, a methodology for environmental impact assessment for mining projects using fuzzy techniques, which allows tracking the environmental impact in time, is described. This methodology also allows: identifying the changes that occur in the surroundings of the project site: knowing the state of the environment at given moments of project implementation; testing the effectiveness of the corrective measures, and thus assessing the need to include changes to the project. 

 

KEY WORDS: Sustainable development of mining, environmental impact assessment, mining projects, fuzzy techniques in environmental impact assessment.


 

INTRODUCCIÓN

 

Las evaluaciones de impacto ambiental surgen para minimizar los efectos que la actividad humana produce sobre el entorno, tanto natural como humano, y corregirlos en la medida de lo posible. Este proceso es realizado previo a la ejecución de muchas actividades consideradas potencialmente agresivas. Para ello, se realiza un estudio del impacto que dichas actividades producirían sobre el Medio Ambiente, teniendo como objetivo último, mantener un equilibrio entre la necesaria conservación del entorno natural y el también necesario desarrollo de la ciencia, la tecnología, la economía, la industria y la sociedad.

 

Se dice que hay impacto ambiental cuando una acción o actividad produce una alteración, favorable o desfavorable, en el medio o en algunos de sus componentes. Esta acción puede ser de un proyecto de ingeniería, un programa, un plan, una ley o disposición administrativa con implicaciones ambientales. Estas evaluaciones permiten establecer si un proyecto determinado es incompatible o no con el medio natural; y por tanto se resuelve si debe ejecutarse o no, así como en caso de ser aceptado, las condiciones que deben seguirse en su ejecución.

 

La dimensión ambiental para estas evaluaciones debe ser analizada en un sentido amplio, tanto en sus aspectos naturales como de contaminación, de valor paisajístico, de alteración de costumbres humanas y de efectos sobre la salud de las personas. Las evaluaciones de impacto ambiental constituyen instrumentos preventivos de gestión ambiental, que permiten que las políticas ambientales puedan ser cumplidas, y se incorporen tempranamente al proceso de desarrollo y toma de decisiones.

 

La minería es la actividad económica fundamental de Moa (Holguín), ciudad industrial situada en la costa nororiental de Cuba. La actividad minera incluye entre sus fases la investigación geológica, la explotación de los yacimientos y el procesamiento de los minerales, lo que causa grave daños sobre el entorno. En la zona existen varias industrias que vierten sus residuos sólidos, líquidos o gaseosos al medio ambiente, pero las de mayor incidencia son las plantas procesadoras de níquel.

 

Al iniciarse las actividades mineras en la región, la protección medio ambiental no constituía un elemento de máxima prioridad para la minería. Esto unido a problemas tecnológicos de diseño, originaron en toda el área de influencia de la industria, afectaciones ambientales severas relacionadas con la deforestación, la erosión, el transporte y deposición de sedimentos de las áreas minadas hacia los ríos y el entorno costero, el vertimiento de efluentes líquidos crudos a los ríos y directamente al mar; la deposición de los residuales sólidos (colas); así como las emisiones a la atmósfera de partículas de polvo y gases (Hernández, 2000).

 

En la actualidad existe una degradación ambiental significativa en el territorio, siendo necesaria la realización de estudios ambientales que propicien una adecuada y económicamente sustentable planificación ambiental.

 

En este artículo se describe una metodología para la evaluación de impacto ambiental para proyectos mineros utilizando técnicas difusas, la cual permite realizar el seguimiento en el tiempo del impacto ambiental. Esta metodología tiene la finalidad expresa de conocer el estado del Medio Ambiente en momentos futuros, comprobar la efectividad de las medidas correctoras y valorar la necesidad de realizar cambios al proyecto, en determinados momentos prefijados del desarrollo de la actividad.

 

En las secciones subsiguientes se presentan los elementos generales de la evaluación de impacto ambiental, los conjuntos difusos y la metodología para el seguimiento en el tiempo del impacto ambiental para proyectos mineros. Finalmente, se presentan las conclusiones y se relacionan las referencias bibliográficas utilizadas.

 

 


 

MATERIALES Y MÉTODOS

 

Evaluación de impacto ambiental

 

La evaluación de impacto ambiental (EIA) es un instrumento de política ambiental adoptado actualmente en numerosos países y gobiernos locales. Se reconoce en tratados internacionales como un mecanismo muy eficaz de prevención de los daños ambientales y de promoción del desarrollo sustentable. El principio de actuar de forma preventiva en el campo ambiental modificó los procesos de toma de decisiones, tanto públicos como privados.

 

Conesa (1997) plantea que la EIA es un proceso jurídico-administrativo que tiene por objetivo la identificación, predicción e interpretación de los impactos ambientales que un proyecto o actividad produciría en caso de ser ejecutado, así como la prevención, corrección y valoración de los mismos, todo ello con el fin de ser aceptado, modificado o rechazado por parte de las distintas administraciones públicas competentes.

 

Las evaluaciones de impacto ambiental pretenden establecer un equilibrio entre el desarrollo de la actividad humana y el Medio Ambiente, sin llegar a ser una figura negativa ni un freno al desarrollo, sino un instrumento operativo para impedir la sobreexplotación del medio natural.

 

La EIA es uno de los instrumentos preventivos de gestión ambiental que permite que las políticas ambientales puedan ser cumplidas y, más aún, que se incorporen tempranamente en el proceso de desarrollo y de toma de decisiones. Por ende, evalúa y corrige las acciones humanas y evita, mitiga o compensa sus eventuales impactos ambientales negativos.

 

La Declaración de Río, resultante de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en 1992, en su principio 17 establece que la EIA, como un instrumento nacional, debe ser llevada a cabo para actividades propuestas que tengan probabilidad de causar un impacto adverso significativo en el ambiente y sujetas a una decisión de la autoridad nacional competente (ONU, 1992).

 

Existe un grupo de criterios ambientales que sustentan las evaluaciones de impacto ambiental y que deben ser revisados en su realización, tales como si el proyecto implica riesgos para la salud de la población, alteración significativa de los recursos naturales, reasentamiento de comunidades o alteración significativa de los sistemas de vida y costumbres de grupos poblacionales, la afectación de recursos y áreas protegidas, entre otros.

 

El proceso de EIA recorre 12 grandes fases (Conesa, 1997) que sucintamente se exponen a continuación:

 

1) Análisis del proyecto y sus alternativas: con el objetivo de conocer el proyecto a profundidad, se estudian sus objetivos, su alcance y duración, así como los detalles que puedan resultar de utilidad para identificarlo.

2) Definición del entorno del proyecto: se delimita espacialmente la porción del medio ambiente afectada por el proyecto. Esto se hace para cada factor por separado, pues es difícil para el conjunto de los factores ambientales.

3) Previsiones de los efectos: se realiza una primera aproximación a los efectos del proyecto sobre el medio si entrar a detallarlos.

4) Identificación de las acciones: se desglosa el proyecto para encontrar cuáles son las actividades potencialmente impactantes del proyecto.

5) Identificación de los factores ambientales: se obtiene un modelo simplificado del entorno como un conjunto de factores ambientales fácilmente analizables.

6) Identificación de los impactos: en esta etapa se identifican los posibles efectos que las acciones pueden provocar en los distintos factores ambientales; se elabora la Matriz de Importancia y se realiza la Valoración Cualitativa de los impactos.

7) Predicción de la magnitud del impacto: se obtiene una estimación numérica de cada uno de los impactos, para ello se define un indicador ambiental para cada factor en términos del cual se hace la estimación.

8) Valoración cuantitativa del impacto: este un proceso mediante el que se estima cuánto varía la Calidad Ambiental del entorno y, por tanto, cuál es el valor del impacto total producido por el proyecto; esto se hace teniendo como base los datos obtenidos en la valoración cuantitativa.

9) Definición de las medidas correctoras: estas medidas buscan disminuir el impacto del proyecto. En esta etapa se define también el Programa de Vigilancia Ambiental que deberá ejecutarse durante todas las etapas del proyecto.

10) Proceso de participación pública: es el de disponer de un mecanismo de control social sobre el proceso de EIA.

11) Emisión del informe final: se recopilan todos los análisis de las fases anteriores.

12) Declaración de impacto ambiental: se refleja la decisión de la administración pública sobre la autorización o no de ejecutar el proyecto.

 

La literatura recoge diversos métodos, metodologías y procedimientos para evaluar los impactos ambientales, ya sea para evaluar el estado del Medio Ambiente en general o para evaluar específicamente alguno de sus factores.

 

Los métodos más usados son en su mayoría los más sencillos; entre ellos se pueden citar analogías, listas de chequeo, opiniones de expertos, matrices causa-efecto, entre otros (Conesa, 1997; Canter, 1998; Gómez, 1998). Las metodologías de EIA pueden, igualmente, no tener aplicabilidad uniforme en todos los países debido a las diferencias en sus legislaturas, estándares ambientales y programas de administración ambientales.

 

Las características deseables en las metodologías que se adopten para la EIA, comprenden los siguientes aspectos (García, 2004): deben ser adecuadas para las tareas de identificación de impactos y comparación de opciones, ser lo suficientemente independientes de los puntos de vista del personal del equipo evaluador, ser económicos en términos de costos, requerimientos de datos, tiempo de aplicación, etc. Algunas metodologías están muy simplificadas y no permiten obtener datos precisos del deterioro ambiental.

 

Entre las metodologías utilizadas para la EIA de proyectos mineros se encuentran las matriciales, pues permiten hacer una evaluación ambiental integral. La más utilizada en la EIA de proyectos mineros en la región de Moa ha sido la metodología propuesta por Vicente Conesa (1997) en su guía metodológica. Sin embargo, su implementación práctica ha resultado poco viable, por lo que usualmente partes esenciales del proceso no son llevadas a cabo en detrimento de la calidad y profundidad del estudio ambiental.

 

Tras una revisión de la metodología propuesta por Conesa (1997), otros métodos tradicionales para la EIA y su aplicación a la minería, se pudo concluir que estos presentan algunas limitaciones y debilidades, aunque logran satisfacer los requerimientos generales de una EIA. Algunas debilidades detectadas se enuncian a continuación:

 

• Se utilizan indistintamente variables lingüísticas y numéricas en las fases de desarrollo del proceso.

• No se brindan procedimientos para el tratamiento de la incertidumbre presente en las predicciones que se realizan durante el transcurso de una EIA.

• No se logra la interdisciplinariedad necesaria entre los expertos ambientales.

• Se realiza EIA a proyectos que ya están en ejecución, provocando que el costo de las medidas para mitigar y corregir los impactos incremente el costo total del proyecto, por lo que en algunos casos estas no son implementadas.

• No se tiene en cuenta la variabilidad de los impactos ambientales a lo largo del ciclo de vida del proyecto, teniendo en cuenta que los proyectos mineros duran gran cantidad de años y es necesario realizar controles periódicos del estado del Medio Ambiente.

 

Como paso inicial para la solución de las deficiencias que presenta la metodología de EIA y su aplicación al caso específico de la minería en Moa, se propone una metodología basada en técnicas difusas que permite evaluar la evolución de los impactos ambientales durante la ejecución de los proyectos.

 

Breve acercamiento a las técnicas difusas

 

En el estudio de la EIA aparece un grupo de problemas relativos a la vaguedad, la imprecisión y la subjetividad, los cuales generan una incertidumbre notable. En este caso, se manipula información que describe semánticamente de forma vaga los posibles estados del fenómeno. La información incompleta e imprecisa es una característica fundamental de los sistemas complejos (Klir y Yuan, 1995) como es el caso de los sistemas ambientales. Permitir la inclusión de la información subjetiva ofrece una perspectiva más cercana a la verdadera percepción social de los impactos ambientales que se evalúan.

 

Con el término técnicas difusas se hace referencia a las estrategias de representación del conocimiento y análisis de la información basadas en la teoría de conjuntos difusos propuesta por Zadeh (1965). Esta teoría fue introducida con el fin de representar matemáticamente la imprecisión intrínseca en ciertas categorías de objetos. Los conjuntos difusos son una generalización de los conjuntos clásicos, pues flexibilizan la restricción de pertenencia o no pertenencia absoluta al conjunto y permiten la descripción de nociones vagas e imprecisas.

 

La principal diferencia entre los conjuntos clásicos y los conjuntos difusos consiste en que para los primeros los elementos solo tienen dos posibilidades, pertenecer o no pertenecer al conjunto, mientras que para los segundos se puede pertenecer en algún grado.

 

Un conjunto difuso A sobre un universo de discurso U (intervalo finito o infinito dentro del cual el conjunto difuso puede tomar un valor) es un conjunto de pares (x,uA(X)) donde uA(X)  se denomina grado de pertenencia del elemento x al conjunto difuso A [19]. El grado de pertenencia oscila entre los valores 0 y 1, cero significa que x no pertenece en absoluto al conjunto difuso A y 1 que pertenece totalmente al conjunto difuso A.

 

 

En las figuras siguientes se muestran dos ejemplos de funciones de pertenencia.

 

 

Una variable lingüística es una variable que se representa con palabras en lugar de hacerlo con números. Las variables lingüísticas admiten que sus valores sean etiquetas lingüísticas, como por ejemplo Alto, Medio, Bajo; que son términos lingüísticos definidos como conjuntos difusos sobre cierto universo de discurso. En el caso de las evaluaciones ambientales, la mayoría de las variables utilizadas en el proceso pueden representarse como variables lingüísticas.

 

Las variables lingüísticas proporcionan una transición gradual de estados, tienen capacidad para expresar y trabajar con observaciones y medidas de incertidumbre, por lo que están más cercanas a la realidad. Por ello, es factible utilizar técnicas difusas en las evaluaciones de impacto ambiental.

 

 


 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

Metodología para el seguimiento en el tiempo de la EIA

 

Las metodologías tradicionales de EIA (Conesa, 1997; Canter, 1998; Gómez, 1998) reconocen el cambio de los impactos ambientales en el tiempo, pero estos son analizados de forma simplificada. Para proyectos de larga duración, cuya función fundamental se extiende en el tiempo, como la minería, las predicciones no son tan acertadas, pues se introduce un nivel más alto de incertidumbre conforme pasa el tiempo. Para este tipo de proyectos resulta interesante realizar evaluaciones periódicas que permitan predecir la evolución del entorno del emplazamiento. Muchos expertos ambientales resuelven esta carencia a través de los planes de monitoreo ambiental, sin embargo, dado que los planes de monitoreo ambiental comprenden prolongados periodos de tiempo y el aumento del costo del proyecto, son implementados solo para los factores ambientales más afectados y no se realiza un análisis global de la situación ambiental.

 

Asimismo, las técnicas difusas son una herramienta eficaz para abordar problemas donde imprecisión y vaguedad son inherentes, para tratar simultáneamente variables cualitativas y cuantitativas, así como para tratar la incertidumbre. Los conjuntos difusos han sido utilizados desde hace varios años por su capacidad de representación para la información lingüística, así como para la representación de conceptos imprecisos (Zadeh, 1965; Dubois y Prade, 1980; Klir y Yuan, 1995), por lo que se propone la utilización de las técnicas difusas para solucionar las deficiencias de la metodología tradicional (Delgado, Duarte y Requena, 2005; Rosario, 2006, 2009, 2011; Duarte, Requena y Rosario, 2007).

 

La metodología que se presenta se fundamenta en:

 

• La conceptualización y formalización del conocimiento relativo a las evaluaciones de impacto ambiental, los proyectos mineros y la EIA de este tipo de proyectos.

 

Los proyectos mineros se modelan como un conjunto de Acciones, tales como Trabajos Topográficos, Desbroce, Escombreo, entre otras, agrupadas en Etapas.

 

El Medio Ambiente se conforma por un conjunto de elementos interrelacionados, su estudio como un todo resulta muy complejo, por lo que es necesaria una modelación simplificada. Por esta razón, se divide en Sistemas Ambientales (Medio Físico y Medio Socioeconómico), estos a su vez en Subsistemas Ambientales (Medio Inerte, Medio Perceptual, Medio Sociocultural, etc.), los que finalmente se dividen en Factores Ambientales (Aire, Suelo, Agua, Paisaje, Flora y Vegetación, Población, Economía, etc.).

 

Los factores ambientales reciben los impactos ocasionados por las acciones que se desarrollan en las etapas de los proyectos mineros. Estos impactos ambientales se valoran cualitativa y cuantitativamente por medio de la importancia del impacto y la magnitud del impacto, respectivamente.

 

La magnitud del impacto está definida por el valor de los indicadores ambientales, estos son variables que permiten medir el estado del factor ambiental. Las unidades de medida de cada indicador están determinadas por el propio indicador; ejemplos de indicadores ambientales son: el porcentaje de la superficie erosionada (%), la concentración media en 24 horas de partículas sólidas en el aire (mg/m3). La importancia del impacto se obtiene a partir del grado de incidencia de la alteración producida y una caracterización del efecto utilizando variables para la valoración, tales como Intensidad, Extensión, Sinergia, entre otras.

 

Las medidas correctoras sirven para eliminar o minimizar los efectos negativos producidos por un proyecto minero, es una etapa muy importante de la evaluación de impactos. Según la magnitud y alcance de las medidas correctoras estas reducen el impacto, generalmente se consiguen con un diseño adecuado del proyecto; compensan el impacto o cambian la condición del impacto.

 

En la Figura 3 se muestra el esquema general del conocimiento formalizado.

 

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•             La representación de las variables involucradas en el proceso como variables lingüísticas utilizando conjuntos difusos (Tabla 1).

 

 

 

• La utilización de sistemas de computación con palabras basados en aritmética difusa (Duarte, 2000; Duarte et al., 2007) para calcular los indicadores de Importancia y Magnitud de la metodología. La Figura 5 muestra la arquitectura básica de estos sistemas, y en la Tabla 2 se muestran algunos de los indicadores que se pueden calcular con estos sistemas y sus funciones de razonamiento aproximado (fra).

 

 

 

 

 

• El establecimiento de momentos de valoración del impacto ambiental en el ciclo de vida del proyecto minero, para los cuales se realiza la predicción y evaluación del impacto ambiental y la valoración de la efectividad de las medidas correctoras.

 

Esta metodología consta de dos etapas fundamentales: Evaluación inicial del impacto ambiental y Evaluación de la evolución en el tiempo del impacto ambiental.

 

En la primera etapa se realiza la descripción del Medio Ambiente como un conjunto de factores medioambientales utilizando una estructura jerárquica, y a cada factor se le asigna una medida de su importancia relativa al entorno y los indicadores ambientales que se utilizarán para la medición de la calidad ambiental. Igualmente, se describe el proyecto minero y se definen los momentos en su ciclo de vida en que será reevaluado el impacto ambiental que provoca en el entorno. Se identifican, además, los impactos ambientales que provoca cada acción sobre cada factor medioambiental y se caracteriza su importancia por medio de un sistema de computación con palabras basado en aritmética difusa. Finalmente, se analiza globalmente el impacto ambiental del proyecto y se seleccionan las medidas correctoras que deben aplicarse, y se predice el efecto que tendrán sobre el Medio Ambiente.

 

La segunda etapa es la que permite realizar el seguimiento en el tiempo del impacto ambiental, teniendo como momentos relevantes aquellos definidos en la primera etapa. En cada uno de estos momentos se evalúa la calidad ambiental a través de la valoración y medición de los indicadores ambientales, lo que permite constatar el impacto ambiental real que está provocando el proyecto y conocer el estado del Medio Ambiente en el emplazamiento del proyecto y sus áreas circundantes. Esta evaluación permite valorar la efectividad de las medidas correctoras que se están ejecutando, así como analizar la necesidad de cambios. De igual manera, se recomienda que se realice la corrección de la predicción del impacto para momentos posteriores de la ejecución del proyecto.

 

La metodología se presenta como una tarea cíclica de predicción, evaluación y corrección o ajuste, ya sea de las predicciones realizadas o de las medidas correctoras a aplicar. En la Figura 6 se muestra un esquema de la metodología propuesta.

 

 

 

 


 

 

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

 

Los problemas medioambientales y el desarrollo sostenible se han convertido en una de las mayores preocupaciones políticas, económicas, sociales y educativas de la época contemporánea. El impacto de la actividad humana sobre los sistemas naturales, construidos, culturales y sociales, está muy relacionado con las prácticas productivas de las empresas, por tanto se precisa la aplicación de modelos y estrategias científicas para canalizar y resolver los problemas ambientales.

 

La necesidad de efectuar predicciones más precisas que permitan tomar la decisión adecuada en momentos específicos de la ejecución de los proyectos mineros y favorecer el desarrollo sustentable de la minería. Fue presentada en este trabajo una metodología difusa de evaluación de impacto ambiental para proyectos mineros, que permite realizar el seguimiento en el tiempo del impacto ambiental, analizar la variabilidad de los impactos a lo largo del ciclo de vida del proyecto, así como la efectividad de las medidas correctoras que se están aplicando.

 

Se recomienda la informatización de la metodología propuesta para facilitar su uso por los expertos ambientales.

 

 


 

REFERENCIAS

 

    • Canter, L. (1998). Manual de Impacto Ambiental, (2ª ed.). Madrid: McGraw-Hill.
    • Conesa Fernández, V. (1997). Guía Metodológica para la Evaluación de Impacto Ambiental, (2ª ed.). Madrid: Editorial Mundi-Prensa.
    • Delgado, M., Duarte, O. y Requena, I. (2005). A fuzzy methodology for the environmental impact evaluation of garbage dumps. ISFA-2005 World Congress Beijing.
    • Duarte, O. G. (2000). Técnicas Difusas en la Evaluación de Impacto Ambiental. Tesis Doctoral, Universidad de Granada.
    • Duarte, O. G., Requena, I. y Rosario, Y. (2007). Fuzzy Techniques for Environmental-Impact Assessment in the Mineral Deposit of Punta Gorda (Moa, Cuba). Environmental Technology, 28, 659-670.
    • Dubois, D. y Prade, H. (1980). Fuzzy sets and fuzzy systems: theory and application. Chestnut Hills: Academic Press Inc.
    • García Leyton, L. A. (2004). Aplicación del Análisis Multicriterio en la Evaluación de Impactos Ambientales. Tesis Doctoral, Universidad Politécnica de Catalunya.
    • Gómez Orea, D. (1998). Evaluación de Impacto Ambiental, (3ª ed. ). Madrid: Editorial Agrícola Española.
    • Hernández, T. (2000). Evaluación de Impacto Ambiental en el Yacimiento Punta Gorda. Tesis de Maestría, Instituto Superior Minero Metalúrgico.
    • Klir, G. y Yuan, B. (1995). Fuzzy Sets and Fuzzy Logic. New Jersey: Prentice Hall.
    • ONU. (1992). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Recuperado de http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/riodeclaration.htm
    • Rosario, Y. (2006). Evaluación de Impacto Ambiental Difusa en la Minería de Moa (Cuba). Trabajo de DEA, Instituto Superior Minero Metalúrgico-Universidad de Granada.
    • Rosario, Y. (2009). Evaluación en el tiempo del impacto ambiental con técnicas difusas. Aplicación en la minería de Moa. Tesis Doctoral, Universidad de Granada.
    • Rosario, Y. (2011). Evaluación en el tiempo del impacto ambiental. Utilización de técnicas difusas y aplicación a la minería de Moa. Verlag: Editorial Académica Española. ISBN: 978-3-8454-8575-1.
    • Zadeh, L. A. (1965). Fuzzy sets. Information and control, 8, 338-353. 

 


 

1. Doctora en Informática. Departamento de Informática, Facultad de Geología y Minería, Instituto Superior Minero-Metalúrgico de Moa. Holguín, Cuba. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 


 

 

Para citar este artículo: Rosario Ferrer, Y. (2016). Seguimiento en el tiempo de la evaluación de impacto ambiental en proyectos mineros. Revista Luna Azul, 42, 256-269. Recuperado de http://200.21.104.25/lunazul/index.php?option=com_content&view=article&id=138 

 

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PERCEPCIÓN LOCAL DEL ESTADO AMBIENTAL EN LA CUENCA BAJA DEL RÍO MANZANARES

 

Ángela María Plata1

Danny Ibarra Vega2

Universidad Sergio Arboleda

 

Recibido el 1 de diciembre de 2014, aprobado el 27 de abril de 2015 y actualizado el 09 de noviembre de 2015

 

DOI: 10.17151/luaz.2016.42.15

 

RESUMEN

 

Los problemas ambientales que afectan a las cuencas hidrográficas en Colombia tienen múltiples causas, una de ellas es la ausencia de una cultura ambiental en las comunidades que viven o frecuentan zonas aledañas a las corrientes hídricas. El principal objetivo de este trabajo era  recopilar la percepción local sobre el estado ambiental de la cuenca baja del río Manzanares, ubicada en el departamento del Magdalena e incentivar a los pobladores a reflexionar sobre su papel frente a la solución de las principales problemáticas. Para lograr este objetivo se utilizaron diferentes herramientas metodológicas, 1) Encuesta dirigida a los pobladores de la zona, 2) talleres participativos con estudiantes, 3) desarrollo de recorridos de reconocimiento ambiental y territorial. A través de estos últimos se recopiló la percepción de los participantes sobre componentes ambientales básicos: agua, aire, suelo, flora, fauna y saneamiento básico. Se realizaron dos recorridos con grupos diferentes, teniendo un total 50 estudiantes del grado décimo de un colegio ubicado en la zona de estudio y algunos estudiantes universitarios. A través de este estudio se encuentra que la principal problemática percibida por la comunidad de la cuenca baja del río Manzanares en Santa Marta, es la contaminación del agua por el aporte de aguas residuales y la disposición no controlada de residuos sólidos; esta última causa, ligada a la falta de una cultura ambiental no solo en los residentes de la ciudad sino también en sus visitantes.

 

PALABRAS CLAVE

 

Percepción, recorrido ambiental, cuenca hidrográfica.

 

LOCAL PERCEPTION OF THE ENVIRONMENTAL STATUS IN THE LOWER BASIN OF THE MANZANARES RIVER

 

ABSTRACT

 

Environmental problems affecting hydrographic basins in Colombia are generated by multiple factors, being one of them the lack of environmental culture in local communities living in adjacent areas to the water currents. The main objective of this work was to compile the local community perception about the environmental status of the lower basin of the Manzanares River, located in the department of Magdalena, and to encourage settlers to reflect on their role for the solution of the major problems. In order to achieve this objective, different methodological tools were used: 1) A survey with local people, 2) participatory workshops with students, and 3) environmental and territorial recognition routes. By using these tools, it was possible to collect the perception of the participants about basic environmental components: water, air, soil, flora, fauna and basic sanitation. Two routes were done with different groups and a total of 50 tenth grade students from a school in the area and some university students. This study found that the main environmental problem that the community of the lower basin of the Manzanares river in Santa Marta perceives is water pollution generated by the supply of wastewater and by the uncontrolled disposal of solid wastes; this last cause is linked to the lack of environmental culture, not only in the city residents but also in its visitors.

 

 

KEY WORDS: Perception, environmental route, hydrographic basin.

 


 

INTRODUCCIÓN

 

Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades (Dye, 2008), y se espera que para el año 2050 este fenómeno aumente a más de las dos terceras partes (United Nations, 2010). De esta manera, podemos ver que el crecimiento de la población urbana cada vez altera más los ecosistemas inmersos en los centros urbanos; siendo los ríos uno de los principales ecosistemas presentes en ellos.

 

Las cuencas hidrográficas y sus áreas de inundación proporcionan tierra fértil para la agricultura, agua para consumo y riego y un medio para transportar bienes o en algunos casos indebidos para disponer residuos (Vollmer y Grêt-Regamey, 2013). La mayoría de las ciudades han llegado a depender de los servicios hidrológicos de las cuencas o partes de las cuencas, así cierta infraestructura urbana puede haber sido pensada con el fin de aprovechar de manera eficiente los servicios que brindan estos cuerpos de agua (Lee, 2006; Gómez-Baggethun y Barton, 2013). Con el rápido desarrollo de la economía de las ciudades, los efectos de las actividades antropogénicas sobre los ecosistemas fluviales están aumentando y la contaminación por fuentes no puntuales es cada vez más problemática (Wang et al., 2014, p. 1233).

 

Una de las formas para mitigar los problemas ambientales es generar una transformación cultural en la población, para lo cual se plantea el uso de la educación ambiental como herramienta básica. Esta tiene como principal misión la formación de un vínculo entre los valores, conocimientos, habilidades, para permitir a los individuos la unión al entorno al que pertenecen (Vargas et al., 2013, p. 156).

 

“Dentro de la educación ambiental se encuentra la educación ambiental comunitaria, que es un campo abierto al pensamiento y a la acción constructiva, en donde los resultados pueden convertirse gradualmente en propuestas creativas para un futuro diferente” (Tréllez, 2002, p. 8).

 

A pesar de que la transformación cultural en una comunidad es un proceso que va más allá de la educación ambiental e implica un proceso permanente y constante, es necesario impulsar estos espacios, para incentivar la protección de nuestros ecosistemas desde iniciativas comunitarias.

 

Por tanto, se evidencia la necesidad de conocer la percepción de las comunidades locales acerca del estado ambiental de su entorno, reconociendo las principales problemáticas, las causas y consecuencias que estas conllevan. Múltiples autores han resaltado la importancia de abordar la percepción de la gente en torno a temas ambientales. Autores como Gómez, Gutiérrez y Montes (2013, p. 30), Delgado, Trujillo y Torres (2013) y Patiño y Tobasura (2011), incorporan como componente fundamental en sus trabajos la percepción del ser humano en el análisis de problemáticas ambientales y en el proceso para plantear alternativas de solución frente a estas.

 

El presente estudio fue desarrollado en la cuenca baja del río Manzanares, puntualmente en la ciudad de Santa Marta, departamento del Magdalena, en la vertiente noroccidental de la Sierra Nevada de Santa Marta. La cuenca limita por el este con la cuenca del río Piedras, por el sur con la cuenca del río Gaira y por el oeste con el mar Caribe (Figura 1).

 

En esta zona se evidencia la ausencia de una cultura ambiental en la comunidad que vive en zonas aledañas al río; lo cual se refleja en el aporte constante de residuos sólidos y líquidos directamente al río, sin ningún tipo de tratamiento. De igual forma, se muestra una falta de sentido de pertenencia con el río, lo que ha ocasionado un detrimento permanente en la calidad de vida de la comunidad samaria, un daño a la estética paisajista, un fuerte impacto negativo en los ecosistemas asociados y un aumento en el riesgo sanitario de los habitantes de la zona.

 

Dado este panorama, el objetivo principal de este estudio es recopilar la percepción local del estado ambiental en la cuenca baja del río Manzanares, con el fin de proponer estrategias pedagógicas para su recuperación. De esta manera, se encontró que muchos de los habitantes tienen una percepción negativa sobre el río, la cual se refleja en los resultados de este estudio. La aproximación a la percepción de la comunidad se realizó a través de tres herramientas básicas: 1) encuestas dirigidas a los pobladores de la zona, 2) talleres participativos con estudiantes y 3) dos recorridos de reconocimiento ambiental y territorial a través de los cuales se recopiló la percepción de los participantes frente a componentes ambientales básicos: agua, aire, suelo, flora, fauna y saneamiento básico; en estos se contó con un total 50 estudiantes del grado décimo de un colegio ubicado en la zona de estudio y algunos estudiantes universitarios. De manera complementaria a esta última herramienta se utilizó la metodología de la cartografía social, a través de la cual se pudo analizar la relación del participante con su territorio y la forma en que este asocia las principales situaciones ambientales con la cuenca.

 

El uso de las herramientas anteriormente expuestas, además de servir para la recopilación de la información de la investigación, fue útil para sensibilizar a las personas de la comunidad participante, ya que esto las hace plantearse varios cuestionamientos, como su responsabilidad frente a los principales problemas ambientales en la cuenca y las iniciativas que ellas pueden tener para su recuperación.

 

 


 

MATERIALES Y MÉTODOS

 

La metodología utilizada para el desarrollo del estudio fue cualitativa y participativa, enfocada a incentivar en la población local una posición crítica frente al estado ambiental actual de la cuenca baja del río Manzanares. Adicionalmente, se utilizó el método de la triangulación, utilizando como fuentes principales las siguientes herramientas: encuesta, taller participativo, y recorrido de reconocimiento ambiental y territorial.

 

Estas herramientas se describen a continuación:

 

1) Encuesta. El principal objetivo de la encuesta era reconocer la problemática del río a partir del conocimiento de la comunidad aledaña, de igual manera analizar cómo el estado actual de esta fuente afecta a quienes habitan cerca de ella.

 

La encuesta fue aplicada a 30 familias localizadas en la cuenca baja del río Manzanares dentro de la ciudad de Santa Marta. Gran parte de ellas viven en barrios afectados por las principales problemáticas del río, especialmente en el barrio Manzanares y en La Tenería. Los participantes eran personas de todas las edades, principalmente entre los 50 y 60 años de edad (27% de los encuestados) (ver Figura 2).

 

 

2) Taller participativo. Este se realizó con docentes del colegio y estudiantes de grados 10 y 11 de la región. Los participantes se organizaron en grupos y a partir de una discusión procedieron a socializar su lluvia de ideas plasmada en tarjetas donde abordaban la siguiente pregunta: ¿Cómo aportar a la recuperación del río Manzanares?

 

3) Recorrido de reconocimiento ambiental y territorial. El objetivo de este taller era acercarse a la percepción de algunos estudiantes pobladores de la cuenca del río, acerca de las principales problemáticas presentes en la cuenca baja del río Manzanares. Los estudiantes con los que se hicieron los talleres, eran en su mayoría del colegio Agustín Nieto Caballero ubicado en el barrio Manzanares en la ciudad de Santa Marta, además se contó con la participación de algunos estudiantes de la Universidad del Magdalena. Este fue aplicado a dos grupos distintos.

 

Cada grupo recibió las instrucciones del taller y posteriormente realizó el recorrido por una zona previamente definida por el grupo de trabajo. En campo se realizaron las observaciones pertinentes y, posteriormente, en un aula de clase se procedió a realizar un ejercicio de cartografía social.

 

Para el desarrollo de este recorrido se utilizaron las siguientes herramientas:

 

a) Cuadernillo-cuestionario. Estos contenían preguntas direccionadas a componentes ambientales previamente definidos (Agua, Aire, Suelo, Flora, Fauna, Saneamiento Básico). Cada cuadernillo era asignado a un grupo diferente, constituido para abordar un componente específico.

 

b) Cartografía social. Cháves (2001) define la cartografía social como “el método para promover y facilitar los procesos de planeación participativa y de gestión social de las comunidades en el proceso de ordenamiento y desarrollo de sus territorios”(Mora y Jaramillo, 2003, p. 7); adicionalmente, Mora y Jaramillo (2003, p. 10) afirman que en la investigación de la cartografía social, la comunidad es partícipe de la investigación, aporta sus saberes y experiencias al tiempo que recibe de los demás; los autores consideran que los mapas se adecuan y favorecen la cultura de los narradores orales y, además, que la construcción colectiva de mapas permite la reactualización de la memoria individual y colectiva.

 

En la Figura 3 se muestran algunos participantes del recorrido observando una tubería que vierte aguas residuales en el río.

 

 


 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

Resultados obtenidos a través del recorrido de reconocimiento ambiental y territorial

 

Recurso Agua

 

Los participantes del taller reconocen que existen dos fuentes hídricas principales en su territorio, estas son el río Manzanares y el río Bonda. Para ellos, el estado actual del agua es muy malo, afirman que el agua del río Manzanares se encuentra muy contaminada por desechos arrojados.

 

Adicionalmente, indican que los principales problemas relacionados con el agua en su territorio son: estancamiento de agua debido a las barreras generadas por los desechos, contaminación del río por los distintos tipos de desechos, color del agua por la llegada de aguas negras y alcantarillas. Las principales causas de los problemas en su territorio son: arrojar basura al río, quema de basuras y arrastre de material resultante al agua, desechos tóxicos de industrias; por su parte, las principales consecuencias encontradas fueron: personas enfermas, muerte de fauna del río por los desechos, contaminación general del río Manzanares.

 

Durante el recorrido realizado, y por lo general, en la cuenca baja del río Manzanares se pueden observar diferentes tipos de residuos, entre ellos: llantas, colchones, restos de sofá, ropa, escombros, basura, animales muertos, entre otros. Estos residuos se generan principalmente en la comunidad, por las personas que viven en los alrededores del río y que no tienen conciencia de lo que hacen, y los vierten al río. Adicionalmente, se observó directamente el aporte de vertimientos que, de acuerdo con el conocimiento de los participantes, provienen de Metroagua, que es la empresa de servicios públicos que opera los sistemas de acueducto y alcantarillado sanitario en Santa Marta (ver Figura 2).

 

Todos estos problemas del recurso hídrico se relacionan con el manejo de los residuos sólidos y líquidos, por ello, la comunidad percibe que la solución de estos problemas se encuentra directamente ligada al manejo de estos. Por tanto, se plantea como posibles soluciones: evitar arrojar basura al río, hacer campañas para concientizar a la gente del daño que están causando y que se puede cambiar el estado del río.

 

Finalmente, los participantes reflexionan sobre el futuro del recurso en su región y plantean que en 10 años el río Manzanares estará muy acabado, ya que ahora las personas no tienen conciencia de lo que hacen y afirman que a futuro podría no existir esta fuente hídrica.

 

En la Figura 4, se refleja parte de la percepción de la comunidad plasmada en el ejercicio de cartografía social, en esta se reitera la relación que encuentra la comunidad entre el mal manejo de los residuos, el aporte de aguas residuales y la calidad del agua.

 

 

Recurso Aire

 

El estado actual del aire en la cuenca baja del río, desde la percepción de la comunidad, es regular. En el recorrido se percibió quema de basuras, cocinas informales con leña, emisiones de vehículos y motos, malos olores en el ambiente, entre otros.

 

Los principales problemas relacionados con este componente, son: contaminación del aire, descuido de los recursos naturales, tala de árboles, deficiencia en procesos de ordenamiento territorial. Las principales causas encontradas son la tala de árboles (percibida como problema y como causa, ya que la ausencia de vegetación disminuye el secuestro de carbono), falta de cobertura de gas domiciliario (lo cual lleva al uso de leña y carbón), mala organización urbana, la creencia de muchos pobladores de que los recursos son infinitos. Las consecuencias de estos problemas son el establecimiento de cocinas informales, erosión del suelo, establecimiento de basureros improvisados, emisiones a la atmósfera.

 

Las fuentes de contaminación del aire observadas en el recorrido, están relacionadas principalmente con hogares, empresas, vehículos, fábricas artesanales, personas con poco sentido común. Frente a estos problemas relacionados se plantea el uso de energías alternativas en vehículos, como gas natural o energía eléctrica (el caso de las motos eléctricas, de gran utilidad en ciudades intermedias); eliminar quema de basuras y cocinas de leña y, sobre todo, la enseñanza y educación enfocada al manejo de residuos y reciclaje, ya que un manejo adecuado de los residuos disminuye la posibilidad de la quema de estos, evitando emisiones impactantes en el ambiente y, por ende, en la salud humana. Los participantes creen que, contando con suerte, se desarrollarán productos y servicios que reducirán el impacto ambiental que se ha provocado, de no ser así se seguirá afectando el aire en la zona.

 

En la Figura 5 se puede apreciar la percepción que la comunidad tiene frente al componente Aire. En esta se muestran tres zonas principales, una donde el aire es fluido, hay presencia de árboles y campos abiertos, otra donde hay empresas, urbanizaciones y vehículos, y por ende contaminación del aire. Finalmente, una en la que predominan los malos olores, causados principalmente por quema de basura.

 

 

Recurso Suelo

 

Se percibe que el principal uso que se le da al suelo en la cuenca baja del río es la construcción de vivienda; esto incrementa   una de las principales problemáticas en la cuenca, las inundaciones, lo cual se da ya que gran parte de las casas se encuentran ubicadas sobre la ronda del río de manera ilegal. Adicionalmente a esto, se afirma que el suelo en el territorio está en mal estado, deteriorado por las basuras y escombros presentes en este. Estos dos problemas (basuras e invasión de viviendas), tienen como consecuencia la contaminación del río, que poco a poco se va deteriorando más.

 

Durante el recorrido, los participantes encontraron de manera visible una gran cantidad de residuos dispuestos en el suelo, como: bolsas plásticas, pañales desechables, muebles, vasos, basura en general, los cuales provienen principalmente de las viviendas aledañas, empresas y fábricas que arrojan sus residuos. Este problema visibilizado en el recorrido se puede prevenir evitando arrojar basuras y escombros en el territorio.

 

Frente al estado actual del suelo, se cree que este podría ser recuperado si las personas generan conciencia, o si no en 10 años estará más deteriorado.

 

En la Figura 6, se reflejan las principales problemáticas relacionadas con el suelo, observadas por los participantes; en esta imagen se percibe y reitera como problemáticas principales: el aporte de residuos sólidos al suelo y la construcción sobre la ronda hídrica.

 

 

 

Recurso Fauna

 

De acuerdo con las observaciones de los participantes del taller, en la cuenca baja del río Manzanares aún se pueden ver animales como: sapos, iguanas, gusarapos, María mulata, renacuajos, garzas y perros callejeros. Antiguamente, se veían otros animales en abundancia tales como: peces, ardillas y un mayor número de los mencionados anteriormente. Esto nos muestra que la fauna ha disminuido con el tiempo, principalmente por el aumento de aguas negras y de contaminación en el río. Esta disminución se ha generado por causa de la contaminación, pues gracias a esto los animales han perdido fuentes de alimento, pues al perder otras especies animales y vegetales que los proveen de alimento, hay un impacto en las cadenas alimentarias de los ecosistemas, tanto terrestres como acuáticos, lo cual no da garantía de un hábitat adecuando, haciendo que los animales migren a lugares aptos o sencillamente mueran por escasez de recursos. Todo esto se ha impulsado gracias a la ausencia de un sentido de pertenencia con el río y a la falta de respeto con los animales en la zona.

 

Para enfrentar esta situación, hay que cuidar a los animales y no contaminar su territorio, porque esto aumenta la mortalidad y se pueden extinguir de la zona. Esta idea se ve reforzada por parte de varios participantes, quienes afirman que: “El futuro de la fauna depende de cómo se hagan las cosas, si se limpia el río puede quedar agradable como hace años, pero si seguimos igual podría desaparecer el río”. Esta idea, nos muestra la importancia de procesos de gestión que aseguren por ejemplo la descontaminación y recuperación del río, tales como la disposición de las aguas negras en una planta de tratamiento de aguas residuales –PTAR–; pero también, nos plantea la importancia del compromiso de cada ciudadano con el río, lo cual implica un proceso de transformación cultural.

 

En la Figura 7 se expresa lo observado en el recorrido, acá se muestra nuevamente la disminución de fauna en la cuenca baja, esto se contrasta con el desarrollo urbano de Santa Marta, a través del cual se ha generado presión sobre la fauna silvestre de la zona. Adicionalmente y en relación con el manejo de residuos, se resalta la presencia de animales como las ratas, lo cual además de tener un impacto cultural, genera un impacto negativo en la salud de los pobladores, pues como lo resaltan los participantes, son animales  transmisores de enfermedades.

 

 

Recurso Flora

 

Según los participantes del taller, las especies más importantes en el territorio son aquellas especies nativas, ya que son las que se adaptan mejor al territorio, fortalecen el suelo y evitan que la creciente del río pueda derrumbar parte del terreno.

 

Actualmente, solo se encuentra una cobertura vegetal abundante en zonas como el río Bonda y el Jardín Botánico de Santa Marta. Eso muestra la disminución de la cobertura vegetal, dada principalmente por el incremento de basuras, lo cual hace que escasee el agua limpia y que, además, haya estancamiento del agua por las basuras.

 

Los principales problemas percibidos por los participantes son la desaparición de plantas nativas, plantación de plantas no nativas, pérdida de resistencia del terreno por la tala de los árboles, deslizamiento de la tierra por la debilidad del terreno por falta de raíces que la sostenga. Frente a estos problemas se plantea como alternativa no plantar especies foráneas y detener la construcción de casas en la orilla del río. Se concluye, finalmente, que si el problema persiste nos encontraremos con pérdida total del recurso.

 

En la Figura 8 se muestra de manera gráfica lo expresado anteriormente; según los participantes existe un área con mayor concentración de áreas verdes que corresponde a la Quinta de San Pedro. Sin embargo, los participantes, no logran reconocer especies de flora de importancia en el territorio.

 

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Saneamiento Básico

 

En la cuenca baja del río Manzanares se cuenta principalmente con los siguientes servicios públicos: agua potable, acueducto, energía-alumbrado, recolección de basura. Sin embargo en algunas zonas, especialmente en aquellas de invasión y construcción no planificada, no existe cobertura de varios de estos servicios.

 

Se afirma que no se hace un uso adecuado de los servicios presentes, ya que no se respeta el servicio de recolección de basuras, y esta es arrojada a las calles, la cual termina en las corrientes de agua que conducen al río. Asimismo, se observa que en muchas casas el uso del acueducto es inapropiado, porque algunos vertederos van directo al río.

 

Los principales problemas relacionados con el saneamiento básico son el uso de vertederos de agua directos al río, y el uso de este como basurero público. Estos son generados principalmente por las invasiones y los vertimientos directos. Esto genera como resultado inundaciones, malos olores, pérdida de cobertura vegetal, focos de infección. Algunas de las soluciones planteadas frente a estos problemas son la recuperación del cauce natural del río, el acondicionamiento de las zonas de descanso de este, y la restauración de la fauna y flora en la cuenca del río Manzanares. Se afirma que, partiendo de programas de sensibilización y concientización, se podría mejorar el estado actual del río, pero si no se genera un gran cambio, que parta también de la voluntad de entes gubernamentales y empresas, tal como lo es Metroagua, la situación va a continuar siendo la misma o peor, ya que el modelo de desarrollo urbanístico en Colombia y la ausencia de políticas que incentiven el trabajo en el campo, generarán una expansión en el caso urbano de Santa Marta y, por ende, un incremento en sus habitantes.

 

En la Figura 9 encontramos que los principales problemas percibidos en el recorrido, son la falta de alcantarillado en algunos barrios ubicados sobre la ronda hídrica del río, contaminación por residuos sólidos, vertimiento de aguas negras y las invasiones que a su vez generan problemas de inseguridad.

 

 

Percepción de familias asentadas en la cuenca baja del río Manzanares

 

La aproximación a la percepción de la comunidad se recopiló a través de una encuesta aplicada a 30 familias localizadas en la cuenca baja del río Manzanares dentro de la ciudad de Santa Marta. Gran parte de ellas viven en barrios afectados por las principales problemáticas del río, especialmente en el barrio Manzanares y en La Tenería.

 

Aporte de aguas residuales

 

Es importante resaltar que gran parte de los adultos encuestados resaltan como problemática principal la falta de conciencia ciudadana, ausencia de una cultura y el poco sentido de pertenencia por parte de la comunidad y, en especial, por los jóvenes que habitan la ciudad.

 

Sin embargo, la mayoría de las personas encuestadas, asegura que el mayor problema del río se genera a causa del vertimiento de aguas negras sin ningún tratamiento realizado por la empresa Metroagua; esta es la empresa encargada de prestar los servicios de acueducto y alcantarillado en el Distrito Turístico, Cultural e Histórico de Santa Marta. Adicionalmente, se asegura que el aporte de esta empresa se hace de forma diaria, principalmente en los barrios de La Tenería y La Platina. Este aporte genera malos olores en la zona y, adicionalmente, un aumento en la contaminación del agua del río, lo cual a su vez ha llevado a desencadenar problemas de salud como enfermedades estomacales y otras causadas por la proliferación de mosquitos.

 

Sin embargo, algunos aseguran que el problema del vertimiento de aguas negras no se da solo por parte de la empresa Metroagua, sino también por el Batallón y lavaderos de carros, los cuales se encuentran ubicados en la cuenca del río Manzanares, muy cerca del él, generando a su vez aportes, pero en menor medida.

 

Manejo de residuos sólidos

 

De acuerdo con el orden de importancia para la comunidad, encontramos que el siguiente problema encontrado es el aporte de residuos sólidos sin control; este genera una acumulación de basura en ciertas partes del río, especialmente en sus orillas, lo cual se relaciona directamente con el aumento de la contaminación del agua.

 

Para cierta parte de la comunidad, el problema de las basuras está ligado a otro gran problema y es la invasión de la ronda hídrica y la construcción de viviendas de manera no planificada, la cual incrementa el aporte de residuos al río y en general a las zonas adyacentes a este.

 

Otros factores

 

Al mismo tiempo, se resalta que una causa importante para el deterioro del río ha sido la falta de voluntad política de los dirigentes, la inoperancia de las autoridades ambientales, el olvido del Distrito y la poca regulación hídrica que existe en la región. Adicionalmente, se citan otros problemas como la extracción de arena del río sin regulaciones, deforestación y sedimentación.

 

Acciones frente a las problemáticas desde la comunidad local

 

Los principales mecanismos para hacer frente a las problemáticas citadas, que reconocen los pobladores de la cuenca baja, son principalmente los medios que han utilizado para solicitar el cierre de las tuberías de Metroagua que generan una gran contaminación hídrica. Por tal razón, la mayoría de las acciones que la comunidad menciona hacen referencia a cartas de manifiesto, tutelas, comunicados de las juntas de acción comunal y otras herramientas comunitarias para solicitar de manera formal el cierre de estas tuberías.

 

En contraste, muy pocos reconocen acciones que puedan hacer personalmente para proteger el río, algunos incluso aceptan que no hacen nada para prevenir y enfrentar los problemas. Solo algunos reconocen que la principal acción con la cual aportan es evitando arrojar basuras al río. Se encontraron dos casos específicos en los cuales la comunidad se ha involucrado directamente con otro tipo de acciones: uno de los miembros de la comunidad afirma que desde su labor educativa ha tratado de orientar a estudiantes hacia la resolución de los problemas locales como es el caso del río. Por otra parte, un adulto mayor afirma que ha apoyado la iniciativa de la Fundación para la Investigación Atlántida Marina-Fiatmar de recuperación del ecosistema de manglar en la cuenca baja.

 

Acciones potenciales para la protección del río

 

A pesar de que para la mayoría de personas abordadas a través del proyecto, el principal problema es el aporte de aguas de Metroagua, solo cuatro personas afirman que una acción importante es quitar el desagüe de esta empresa y trabajar de la mano de ellos para mejorar esta situación. Otros expresan que en general hay que quitar todo tipo de desagüe que aporte aguas negras al río.

 

Por otra parte, se resalta que las acciones deben enfocarse principalmente en el desarrollo de campañas educativas y de cultura ciudadana, dirigidas a concientizar y sensibilizar a los habitantes de Santa Marta frente a su responsabilidad en la protección del río; lo cual mejorará y cambiará los hábitos de los habitantes de la ciudad. Adicionalmente, se menciona que es importante llevar a cabo capacitaciones a miembros de la comunidad que puedan replicar el mensaje a otras personas.

 

Otro aspecto que resaltan las personas encuestadas y al que le dan gran importancia, es el manejo de los residuos sólidos. Gran parte de ellas, expresan que es fundamental que tanto la comunidad aledaña al río como cualquier habitante o visitante de la ciudad no arroje residuos sólidos a este; esto disminuiría en gran parte los problemas que esta fuente hídrica afronta.

 

Otros dos temas relevantes para la comunidad son: 1) Recuperación de la ronda hídrica a partir de la reubicación de familias que viven sobre esta y 2) fortalecimiento de los mecanismos de control y vigilancia por parte de las autoridades ambientales pertinentes con el fin de disminuir y controlar los vertimientos de aguas negras y residuos sólidos. Se expresa que estos mecanismos de control deben estar acompañados de multas y sanciones a quienes generen este tipo de impactos, todo bajo el supuesto de que quien contamina paga.

 

Finalmente, algunos proponen que se deben hacer estudios sobre el estado actual del río para tener una línea base a partir de la cual se puedan generar alternativas de recuperación.

 

Se consideran otras alternativas como: recuperar las condiciones ecológicas de la ronda del río, canalización del río, Plan de manejo del río, recuperación de zonas verdes, quitar la base Ejército, limpieza general, alcantarillado en Puerto Mosquito, entre otras.               

 

A continuación, algunas iniciativas de jóvenes de la zona, quienes plantean en sus propias palabras: ¿Cómo desde su papel en la sociedad pueden aportar a la recuperación del río?

 

Frente a esta pregunta, se generaron diversas respuestas resumidas en las siguientes citas:

 

• “Proteger, cuidar especies nativas”.

• “Recoger la basura y no cazar los animales, reforestar, limpiar”.

• “Dejar de tirar basura para que no se siga contaminando el río, cultivar más plantas y árboles”.

• “Proteger y Restaurar cuencas.”

• “Diseñar proyectos de limpieza de la cuenca del río Manzanares, limpieza, capacitación y protección”.

• “Diseñar proyectos ambientales de protección de la flora y fauna característica de la cuenca del Manzanares; reforestación, descontaminación”.

• “Cultivo de árboles, limpiezas, reciclaje, valoración”.

• “Concientizar y tener iniciativa”.

• “Podemos ayudar a concientizar a los habitantes cercanos al río sobre la importancia y cuidado del río Manzanares además de la recuperación de las riberas del río; cuidado y recuperación”.

 

Influencia del estado del río sobre los habitantes de la ciudad

 

Al abordar un problema ambiental desde el saber local es necesario no solo analizar cuál es el problema, sino también entender cuál es la forma en que las comunidades se ven afectadas directa o indirectamente por este. Para generar este conocimiento se cuestionó a la comunidad a cerca de los efectos de los problemas del río en ellos y en sus familias. A continuación se listan algunos factores mencionados:

 

• “Los problemas ambientales, las inundaciones, el estado del río provoca proliferación de vectores y roedores plaga derivando en enfermedades. Da un mal aspecto a la ciudad, provoca incluso daños a su estructura”.

• “A los ciudadanos en general se les ha quitado el privilegio de tener un río sano para el disfrute sano como se hacía hace ya muchos años cuando nos bañábamos en él y era algo muy apreciado”.

• “Mal aspecto de la ciudad, daños durante las inundaciones, malos olores, enfermedades en algunas zonas”.

• “La contaminación afecta la bahía de Santa Marta, lo que afecta la salud, el turismo en la zona costera y se ha quitado la posibilidad de tener un río atractivo para los samarios y visitantes”.

• “El desplazamiento de personas los obliga a mudarse cerca al río y estas viviendas obstruyen el espacio del río y su flujo natural y eso provoca las inundaciones”.

• “Mal aspecto de la ciudad, inseguridad en los sitios del río donde acampan los indigentes, delincuentes y adictos”.

• “Inundaciones provocan desastres en la ciudad, la contaminación de las aguas es peligrosa para la salud”.

• “Disminución de recurso agua, Inundaciones en la ciudad provocan caos”.

• “Mal aspecto de la ciudad, inundaciones y caos vehicular y algunas enfermedades derivadas del estado del río”.

• “Inundaciones, daños en la ciudad, reboce de aguas negras y mal aspecto de la ciudad”.

• “Mal aspecto en muchos lugares de Santa Marta ya que el río es visto como una cloaca que recorre la ciudad y la siguen tratando como tal. Las inundaciones y represamientos también generan situaciones incómodas como malos olores y mosquitos”.

• “En el barrio el suelo cede frecuentemente y las casas se resquebrajan o fracturan y eso es un riesgo para las personas”.

• “Malos olores, mal aspecto del río, estancamiento de aguas, problemas respiratorios”.

• “Mal olor a las 6, ratas, erosión del patio, proliferación de mosquitos, enfermedades de piel, diarrea, etc.”.

 

Como se observó anteriormente, uno de los problemas que se resalta con cierta frecuencia es el de los malos olores; por tal razón, se preguntó directamente a los pobladores si este problema se presentaba en sus zonas de vivienda. El 53% de las familias encuestadas afirma sufrir de malos olores en sus zonas y el 47% restante dice que no. Esto se da ya que la encuesta abordó diferentes barrios a orilla del río, en los que la problemática en mención se puede percibir en diferentes proporciones. La mayor parte de personas que afirman sufrir de malos olores viven en el barrio La Tenería ubicado cerca de la Calle 29 con Carrera 1.

 

Adicionalmente, se indagó si es adecuado bañarse en el río o si por el contrario pueden tener problemas de salud. Solo el 3% de los encuestados afirman que pueden bañarse en el río sin correr ningún tipo de riesgo, pero el resto de familias, es decir el 97% de los encuestados, opinan que no pueden bañarse en el río dados los riesgos de salud que pueden tener.

 

Adicionalmente, solo el 3% opina que el agua del río puede ser usada para el consumo en el hogar; las otras personas, por el contrario, creen que esta agua no debe usarse para fines domésticos.

 

Esto confirma la percepción que la comunidad de la cuenca baja tiene del río, pues vemos que la gran mayoría de las personas abordadas a través de la encuesta y los talleres participativos, está de acuerdo con que la principal problemática es la contaminación del agua, lo cual implica que los servicios ecosistémicos que este río prestaba en su cuenca baja, se hayan perdido en su mayoría y otros se hayan deteriorado en gran medida.

 


 

CONCLUSIONES Y TRABAJO FUTURO

 

El principal problema percibido por la comunidad en la cuenca baja del río Manzanares, es la contaminación del agua del río, generada principalmente por el vertimiento de aguas residuales y el aporte no controlado de residuos sólidos. Según la comunidad, esto se genera a su vez por la falta de una cultura ambiental en los pobladores de la ciudad.

 

El recorrido de reconocimiento ambiental y territorial, permitió evidenciar que a pesar de que la mayoría de los participantes viven en el área de influencia, muy pocos habían visto de cerca el río y sus principales problemas asociados a cada uno de los recursos que se tuvieron en cuenta durante la actividad.

 

Como trabajo futuro, es necesario el desarrollo de Proyectos Ambientales Escolares –PRAES–, los cuales son proyectos institucionales en la educación básica y secundaria, que se convierten en estrategia para la implementación de la Política Nacional de Educación Ambiental; se pretende generarlos en colaboración con las autoridades ambientales, de manera que en estos proyectos se realicen con determinada periodicidad recorridos semejantes al reportado en este trabajo.

 

Adicionalmente, es necesario el apoyo a la implementación de Proyectos Ambientales Comunitarios –PROCEDAS–, los cuales también se establecen como herramienta de implementación de la Política Nacional de Educación Ambiental, con miras al fortalecimiento de comunidades locales frente a situaciones ambientales. Estos a su vez podrán guiar a la comunidad en procesos de empoderamiento de su territorio, con el fin de generar una mayor conciencia ambiental e impulsar un proceso de transformación cultural.

 


 

AGRADECIMIENTOS

 

Los autores quieren agradecer, en primera instancia, a la Universidad Sergio Arboleda por su apoyo en el desarrollo del presente proyecto. Adicionalmente, a todas las personas de Santa Marta que fueron partícipes de las actividades del trabajo. De igual manera, a las instituciones que acompañaron el proceso, principalmente a ESPA.

 


 

POTENCIAL CONFLICTO DE INTERESES

 

Los autores declaran que por la realización de este trabajo no existe ningún conflicto de intereses.

 


 

FUENTES DE FINANCIACIÓN

 

La principal fuente de financiación de este proyecto es la Universidad Sergio Arboleda a través de la Dirección de Investigación e Innovación de la misma.

 


 

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1. Máster en Ciencias Ambientales. Grupo de Investigación IDEASA-Medio Ambiente y Sostenibilidad, Universidad Sergio Arboleda. Bogotá, Colombia. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 

2. Máster en Gestión y Evaluación Ambiental. Grupo de Investigación IDEASA-Medio Ambiente y Sostenibilidad, Universidad Sergio Arboleda. Bogotá, This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 


 

Para citar este artículo: Plata, Á. M. e Ibarra Vega, D. (2016). Percepción local del estado ambiental en la cuenca baja del río Manzanares. Revista Luna Azul, 42, 235-255. Recuperado de http://200.21.104.25/lunazul/index.php?option=com_content&view=article&id=137

 

Este obra está bajo una Licencia de Creative Commons Reconocimiento CC BY   

IMPORTANCIA DEL COMPONENTE SOCIAL EN EL MANEJO DEL RECURSO HÍDRICO, RÍO EL ENCANO, HUMEDAL RAMSAR LA COCHA (NARIÑO, COLOMBIA)

 

Sara María Luna Hernández1

Sandra Milena Madroñero Palacios2

 

Recibido el 20 de junio de 2014, aprobado el 17 de abril de 2015 y actualizado el 09 de noviembre de 2015

 

DOI: 10.17151/luaz.2016.42.13

 

RESUMEN

El presente artículo tiene como objetivo general analizar la relevancia de la sociedad en el uso y manejo del recurso hídrico en el río El Encano, fuente hídrica de gran importancia por pertenecer a una de las áreas declaradas como humedal Ramsar en Colombia. Para el logro de este objetivo, se desarrolló el diagnóstico de los diferentes usos del agua en el río. En donde metodológicamente se llevaron a cabo inicialmente salidas de reconocimiento tanto de la zona de estudio como de la población relacionada con el recurso, donde se determinó una población total de 80 familias a las que posteriormente se les aplicó un tipo de encuesta semiestructurada. Así mismo, se georreferenciaron a lo largo del río los usos dados al recurso hídrico por parte de la comunidad, entre estos se resalta las descargas de vertimientos y las captaciones. Finalmente, la información obtenida fue procesada en el programa Excel. De los resultados obtenidos se resalta la identificación de la problemática relacionada con el recurso hídrico en que sobresale el inadecuado manejo de aguas residuales, siendo esta la actividad de mayor impacto en la fuente, así mismo, la ganadería y la agricultura hacen un uso importante del recurso lo que ha contribuido a su deterioro. Además, se establecieron variables sociales como educación y ocupación laboral que cumplen un papel fundamental en la gestión del recurso. Después del análisis de la información obtenida con la investigación, se puede concluir que el río ha sufrido modificaciones de las características físicas y químicas por el permanente proceso de intervención antrópica; de igual manera, se establece que los procesos de gestión del recurso hídrico por parte de la comunidad son incipientes, en donde se hace necesario fortalecer la educación ambiental en toda la población presente en la zona.

 

PALABRAS CLAVE

 

Calidad de agua, diagnóstico, gestión, humedal Ramsar, recurso hídrico.

 

IMPORTANCE OF THE SOCIAL COMPONENT IN WATER RESOURCES MANAGEMENT, THE ENCANO RIVER, RAMSAR LA COCHA WETLAND (NARIÑO, COLOMBIA)

 

ABSTRACT

 

This article aims to analyze the relevance of society in the use and management of water sources in El Encanto River, a water source of great importance because it belongs to one of the areas declared as Ramsar wetland in Colombia. To achieve this objective, a diagnosis of the different uses of the water from the river was conducted through recognition fieldtrips, both in the área of study and in the population, related to the water resource where a population of 80 families was determined and applied semi-structured interviews. Likewise, the uses given to water resources by the community along the river were georeferenced, and among them, dumping download and deposits are hignlighted. Finally, the information collected was processed in the Excel Program.  From the results obtained, the problem related to water resources was highlighted, where the inadequate management of wastewater stand out being the greatest impact activity in the source, as well as stockbreeding and agriculture which makes important use of the resource and has contributed to its deterioration. Additionally, social variables such as education and job were stablished since they play an important role in the management of the resource. After analyzing the information obtained through this research, it is possible to conclude that the river has suffered modifications of its physical and chemical characteristics due to the permanent anthropic intervention. Similarly, it is established that the processes of water management by the community are incipient, and it is necessary to strengthen environmental education for all population present in the area. 

 

 

 

KEY WORDS: Water quality, diagnosis, management, Ramsar wetland, water resources.


 

 

INTRODUCCIÓN

 

La degradación de los recursos acuáticos es motivo de interés para las ciencias del medio ambiente, para proteger los ecosistemas fluviales y analizar sus cambios en el tiempo, investigándolos de manera integral con el fin de desarrollar criterios que permitan estimar el efecto y magnitud de la intervención antrópica (Araya, 2003). Teniendo en cuenta lo anterior, el presente artículo se centra en uno de los ecosistemas de mayor importancia nacional e internacional por ser declarado como humedal Ramsar, denominación que resalta las características especiales de este ecosistema por ser páramo azonal (The Ramsar Convention on Wetlands, 2011); igualmente, por albergar a la segunda laguna más grande del país. No obstante, a pesar de ser un ecosistema estratégico por los servicios ambientales que presta, en la actualidad es de los más vulnerados. Por otra parte, se hace necesario detallar que la zona de estudio es de gran importancia dado que es el principal tributario de la laguna de La Cocha.

 

Justificación

 

Uno de los aspectos más importantes a resaltar de este estudio, es el aporte al conocimiento de la interacción sociedad-naturaleza, representada en los diferentes componentes sociales, económicos y biofísicos de la zona. Asimismo, se convierte en una herramienta fundamental para los procesos de gestión del recurso hídrico, en donde la identificación de las potencialidades y limitantes es de gran importancia para el establecimiento de soluciones que respondan tanto a las necesidades de la población como del ecosistema. Dentro de los beneficiarios de la investigación se destaca a la comunidad, ya que identificaron y reconocieron los procesos favorables o desfavorables que están desarrollando en relación al recurso hídrico; también, la comunidad académica e instituciones relacionadas, debido a que la información proporcionada se convierte en un elemento importante para ampliar conocimientos e identificar las áreas que requieren ser fortalecidas en el humedal.

 

Problema

 

Desconocimiento existente frente al manejo uso y conservación del recurso hídrico en el río El Encano, por parte de la comunidad beneficiaria, respecto de los bienes y servicios ambientales que dicho ecosistema provee.

 

Objetivo general

 

Diagnosticar los usos y el manejo del recurso hídrico en el río El Encano.

 


 

 

MATERIALES Y MÉTODO

 

La investigación se desarrolló desde un enfoque cualitativo bajo la orientación del método descriptivo-evaluativo, que permitió el logro del objetivo principal de investigación.

 

El objeto de estudio fue el río El Encano (Figura 1). La población se constituyó en la comunidad ribereña que abarca el tramo del río correspondiente a 5,596 km de longitud, desde la vereda El Socorro, corregimiento El Encano, municipio de Pasto, con coordenadas N1°10,365’ - W77°08,496’, hasta su desembocadura en la laguna de La Cocha, coordenadas N1°08,304’ - W77°09,258’ (Figura 2). Asimismo, se trabajó con la comunidad beneficiada, que se involucra en los procesos de manejo del agua y hace uso de la fuente. Metodológicamente se consideró importante realizar inicialmente una visita de reconocimiento, en donde se identificaron 80 familias que tienen una relación directa con el recurso; debido a que la población de interés era pequeña, se trabajó con la totalidad de la misma.

 

 

Posteriormente, se realizó un recorrido a lo largo del río, que permitió identificar los diferentes usos dados por la población, tal es el caso de descarga de vertimientos, descarga de fuentes naturales y las captaciones. Los cuales fueron registrados y georreferenciados.

 

 

 

Dicha información levantada, se amplió con la aplicación de las encuestas semiestructuradas a las familias identificadas, en donde se realizó una encuesta por cada una de ellas. Esta técnica de diálogo directo con la comunidad evita efectos negativos como temas cerrados, falta de comunicación y adecuación a percepciones de los encuestados (Geilfus, 2009), permitiendo conocer ampliamente la relación de la población con el recurso hídrico; esta técnica, permitió la recolección de información general y específica relacionada con datos básicos del hogar, usos del agua, manejo de aguas residuales, disposición y manejo de residuos sólidos y las problemáticas ambientales dentro del área. Posteriormente, se organizó y sistematizó la información en el programa Microsoft Excel, construyendo la matriz de tabulación de información.

 


 

 

RESULTADOS

 

Inicialmente se establece como uno de los principales resultados la identificación de 92 puntos correspondientes a los diferentes usos del recurso (Figura 3), que permite establecer que el uso prioritario y de mayor impacto es la descarga de aguas residuales o vertimientos en la fuente con un porcentaje de 58%; se debe, fundamentalmente, a que las familias no poseen un sistema de tratamiento de aguas residuales; por lo cual, se descarga directamente al río, esto repercute en las condiciones de calidad, tanto del río El Encano como de la laguna de La Cocha, de la cual es afluente.

 

Posteriormente, se encuentra la contaminación difusa, originada por actividades provenientes de la agricultura 4% (Figura 4) y ganadería 11%; donde la siembra de papa y la presencia de ganado vacuno y especies menores como cerdos, contribuyen a incrementar los procesos de alteración de las condiciones naturales del ecosistema. Se observa la descarga de pequeñas fuentes naturales que aportan su caudal al río, lo que corresponde al 8%, lo cual tiene gran relevancia debido a que contribuye a mejorar los procesos de resiliencia en el río El Encano, dado que entre mayor caudal es mejor la disolución de contaminantes en éste. Finalmente, el 10% hace referencia a acequias, que son pequeñas zanjas realizadas por los pobladores de la zona para conducir las aguas residuales de fincas y lotes.

 

 

 

 

 

 

Por otra parte, se pudieron establecer las diferentes actividades a las cuales se dedica la población de estudio (Figura 5), dentro de las cuales sobresalen la actividad agrícola con un 27%,como una de las de mayor desarrollo, debido a que culturalmente la comunidad ha heredado dicha actividad, sumado al gran potencial ecosistémico que el área ofrece con suelos aptos para el cultivo de diferentes productos; asimismo, se observó que por la dificultad de oferta laboral en la zona muchos de sus habitantes se han visto en la necesidad de buscar trabajo en el área urbana, y los que consiguen trabajo dentro de su territorio se emplean como jornaleros para trabajar la tierra (28%); no obstante, dado que este humedal Ramsar tiene un enorme potencial turístico, el 11% de la población con cierto nivel de estudios se dedica a esta actividad, transportando a los turistas a lo largo de la laguna en lanchas artesanales.

 

Finalmente, se hace necesario destacar el papel fundamental que desarrolla la actividad piscícola con un 10%, desde ya hace varios años se ha instaurado el cultivo de trucha como uno de las actividades más importantes para la obtención de recursos económicos; sin embargo, esto ha afectado seriamente la diversidad tanto del río como de la laguna, donde actualmente no se encuentra prácticamente biota nativa en el área, eso sin dejar a un lado, la contribución de dichos cultivos a los procesos de eutrofización del recurso hídrico en la zona.

 

 

 

Respecto a los usos del agua (Figura 6), se consideró importante determinar las actividades en las cuales se usaba mayor cantidad de agua del río El Encano, estableciendo que el 76% de la población encuestada hace uso del recurso hídrico para la fumigación de cultivos como papa, fresa y hortalizas, entre otros; el 10% la destina para las actividades de riego, y el 10% restante hace uso del recurso para lavar los diferentes productos agrícolas sembrados y cosechados en la zona. Es de importancia denotar, que de esta fuente no se extrae agua con fines de consumo humano, ya que sus condiciones de calidad no cumplen con los criterios para dicho uso.

 

 

Otro de los aspectos que fueron considerados dentro del estudio, es la identificación de los principales contaminantes que se encuentran afectando las condiciones fisicoquímicas del río (Figura 7), a lo cual se pudo establecer que el 51% de la población encuestada descarga las aguas domiciliarias al río, el 31% deposita los residuos sólidos directamente en el río, el 11% de la población permite que los animales permanezcan cerca de la fuente, lo que genera contaminación por materia orgánica, y el 6% restante de la población considera que la contaminación se debe a la actividad agrícola, por la utilización de plaguicidas y pesticidas necesarios para mantener la cantidad de la producción en la zona.

 

 

 

No obstante, es importante resaltar que todas estas actividades generan deterioro del recurso hídrico que afecta tanto a la población como al ecosistema, considerado a este último como uno más de los usuarios. El proceso de deterioro o conservación de los recursos naturales, y especialmente del recurso hídrico, se ve influenciado por la educación ambiental de los usuarios, este aspecto se convierte en uno de los más débiles debido a que el 59% de la población ha alcanzado únicamente el nivel de básica primaria, el 36% el de básica secundaria, únicamente el 1% el nivel universitario y el 4% no ha recibido ningún tipo de educación (Figura 8); situación que afecta no solo las condiciones de calidad de la población, dado que incrementa la dificultad para la población de competir en el mundo laboral, y el desconocimiento de los aspectos ambientales impide desarrollar prácticas de uso y manejo de los recursos naturales más adecuadas.

 

 

 

Finalmente, la comunidad identificó las opciones más propicias que contribuyen a desarrollar procesos de uso y manejo más sostenibles tanto para la comunidad como para el ecosistema (Figura 9), en donde el 44% de la población consideró que el ahorro de agua es la actividad más importante para mejorar los procesos de conservación del recurso hídrico, el 20% propone la necesidad de establecer sistemas de monitoreo que implementen medidores que reduzcan el desperdicio del agua y que obligue a la comunidad a ahorrar el recurso; para el 13% de la población es importante el control de las fugas de agua, ya que en muchos casos las instalaciones para obtener dicho recurso se construyen artesanalmente; por su parte, el 24% de la población considera que no es necesario desarrollar ninguna actividad, ya por el momento no presentan ningún inconveniente en cuanto a su salud y disponibilidad del recurso. Esta situación demuestra con claridad la urgencia de promover y fortalecer procesos de educación ambiental en la comunidad, así como también el sentido de pertenencia para contribuir a optimizar y conservar todo el potencial ambiental de este ecosistema.

 

 

 


 

DISCUSIÓN

 

Actualmente es importante analizar la sustentabilidad en el medio rural, ya que en Colombia el 94% de la población se relaciona con este sector y el 32% de la misma vive allí (DANE, 2007). Este hecho no es ajeno a la zona objeto de estudio, pues la comunidad encuestada se encuentra ubicada en una zona netamente rural, y es en su gran medida dependiente de los bienes y servicios ambientales generados por el ecosistema. Por lo cual, es fundamental la implementación de procesos de educación ambiental, que contribuyan al mantenimiento de dichos bienes y servicios, ya que, como lo afirma la WWF (2012), el problema del deterioro del recurso hídrico no radica tanto en el crecimiento demográfico, sino en la cultura que la comunidad tiene sobre el agua, cómo la consume y en qué cantidad.

 

Por su parte, Jaramillo (2006) considera que la presión que se ejerce sobre el recurso hídrico tiene que ver con los cambios en la población rural, pues con el paso de la historia los sectores campesinos han sido referentes básicos para su desarrollo, aunque infortunadamente su inserción en los procesos de construcción social se han presentado sin considerar el desarrollo de sus capacidades como eje central de las políticas y como un sector potencial en sí mismo; en el río El Encano se observa este fenómeno, como en muchos otros sectores del país, en donde existe la necesidad de involucrar activamente a las comunidades en todos los procesos de gestión a implementar dentro de ella, pues su intervención contribuye a mejorar las condiciones de calidad de vida de las poblaciones. Al respecto, Baribbi y Spijkers (2011) aseguran que la mayoría de los hogares rurales viven en condiciones de pobreza o pobreza extrema, 65% y 33% respectivamente; además, registran acceso limitado a fuentes de crédito y tecnología, lo que hace que la preocupación de la población por conservar el agua no esté dentro de sus prioridades.

 

Particularmente en la zona de estudio, se establece que la comunidad tiene como aspecto primordial cubrir las necesidades básicas, dándole menor relevancia a mejorar los procesos educacionales de sus integrantes, incrementando sustancialmente los índices de pobreza, y por ende afectando la conservación de los recursos naturales. De allí, la importancia de promover procesos educacionales en la comunidad estudiada; según la UNESCO (2012), una buena educación incluyendo temas ambientales y pedagógicos, estimula a los estudiantes a hacer preguntas, a analizar, a pensar de forma crítica y a tomar decisiones; puesto que la educación de calidad tiene una influencia relevante en el sentido de pertenencia para con el entorno de quien está aprendiendo.

 

Por otro lado, se precisa que el agua tiene importante relevancia en los procesos de transformación social por todo el potencial productivo que posee, al igual que por sus consecuencias sociales en el funcionamiento de las organizaciones; es por esto, que desempeña un rol significativo dentro del estudio de género y manejo del agua, lo cual ha tomado gran importancia en el desarrollo de las comunidades y los estudios en el tema; así pues, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD– (2006), manifiesta que la situación del agua y el género resulta demasiado familiar, siendo que las mujeres trabajan en la consecución del agua para cubrir las necesidades del hogar, mientras que los hombres toman las decisiones acerca de la gestión y el desarrollo de los recursos hídricos, evidenciándose en un porcentaje mayor en las zonas rurales.

 

En la comunidad ribereña del río El Encano, las preocupaciones y experiencias de las mujeres, al igual que las de los hombres, deben ser parte integrante de la elaboración, puesta en marcha, control y evaluación de políticas y programas acordes con la gestión del recurso hídrico, ya que en la actualidad es más representativo el papel que el hombre desarrolla; sin embargo, existen ejemplos representativos de mujeres que abanderan procesos ambientales reconocidos tanto nacional como internacionalmente, situación que se ha fortalecido con las experiencias aprendidas.

 

Por otra parte, considerando los aspectos productivos dentro de la zona de estudio, se hace importante resaltar la contribución económica del turismo; como afirman Muñoz, Fuentes y Fayos-Solá (2012), el turismo puede aportar al desarrollo de la región cuando promueve el uso sostenible de los recursos naturales, físicos y culturales, realzando el capital humano y su productividad socioeconómica, lo que se conoce como ecoturismo. Asimismo, la zona de estudio se convierte en una de las áreas que representan la identidad no solo de la comunidad presente en el área de estudio, sino también de todo el departamento de Nariño.

 

Según el Banco Mundial (2008), la actividad agrícola es un gran contribuyente al desarrollo de las naciones, al consolidarse como actividad económica, como medio de subsistencia y como proveedor de servicios ambientales; donde la agricultura ha sido el motor del crecimiento de los demás sectores y en general de los países; al respecto de este tema, Gouveia 2011) muestra que los agricultores poseen una característica relevante, como es la de cultivar especies propias de la zona; particularmente, en el área de estudio, esto se observa en algunos aspectos de la producción, ya que la siembra de los productos agrícolas se encuentra ligado a la implementación de las especies nativas, pero no en las actividades acuícolas, donde la diversidad del ecosistema acuático se ha reducido por la intervención del cultivo de truchas, base fundamental de la economía de la región.

 

No obstante, con respecto a los aspectos negativos de la agricultura, entidades internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación –FAO– (2006), indican que la agricultura es la causa de deterioro más importante de los cuerpos de agua; ya que los ríos y lagos por estar tan cerca de las comunidades especialmente rurales, se ven afectados por esta actividad; encontrándose cantidades superiores a las permisibles de pesticidas, nutrientes y enriquecimiento de materia orgánica, todos estos componentes acumulados en el agua por los procesos de filtración y percolación del suelo.

 

En contraste con la afirmación anterior, un enfoque importante para la conservación del agua y del suelo es la participación de los agricultores como elemento clave dentro del funcionamiento de los agroecosistemas, tomando los conocimientos locales adquiridos mediante un proceso de aprendizaje natural; sin embargo, en la actualidad, dado el desarrollo tecnológico y la innovación del conocimiento para el cuidado del recurso hídrico, es necesario que las personas de la región logren conjugar los conocimientos que se obtienen en el hogar, la familia y la comunidad a través de la tradición, con la técnica que se consigue en la academia, de ahí la importancia de la educación para las comunidades de la zona.

 

Por otra parte, se hace necesario resaltar que pese a que la zona de estudio es de gran importancia ecoturística, carece de infraestructura necesaria para salvaguardar el entorno; como afirma López (2006), para que el desarrollo humano sea sostenible debe contener una serie de factores, entre los cuales se relacionan: ser técnicamente limpio, ecológicamente compatible, económicamente viable y sostenible, y éticamente pertinente. Estos factores, señalados por el autor, no se tienen en cuenta en el desarrollo de esta región considerada turística, puesto que a simple vista no se ve el interés por el cuidado del medio ambiente ni por el buen aspecto físico de la zona en relación con la disposición de residuos sólidos y líquidos.

 

Otro de los aspectos evaluados en la investigación y pertinente para el desarrollo de la población son los servicios públicos, cuyos resultados mayoritariamente determinan que más del 90% de las viviendas gozan de servicios primarios fundamentales, como son la disponibilidad del recurso hídrico en un 100% y la energía en un 99%; por su parte, el 56% utilizan gas para cocinar, el cual lo adquieren en los carros repartidores de las empresas existentes en la ciudad de San Juan de Pasto.

 

Particularmente, en lo concerniente a la potabilización del recurso hídrico objeto de investigación, Saracho et al. (2006) establecen que debe reunir algunos requisitos principales como son: la calidad, que debe observar pautas microbiológicas y fisicoquímicas, que no involucren riesgo para la salud de las personas expuestas, además, debe reunir características relativas a su calidad estética, vinculadas a variables de percepción organoléptica, donde se incluyen los parámetros de calidad con significación estética.

 

Priorizando en el servicio público de acueducto que provee de agua a las viviendas de esta zona, se obtuvo información de la captación de este recurso para el consumo y uso diario de los habitantes. Los resultados determinan que el 28% de la población se abastece del acueducto ubicado en la vereda El Socorro, que proviene de la quebrada Torcaza o Salado y el 35% del que provee a la parte central del corregimiento El Encano, tomado de la quebrada Caballo Corral; por lo que se establece que la comunidad no hace uso del agua del río El Encano con fines de consumo humano, sino como el lugar donde se depositan las aguas domésticas. Por lo anterior, tomando en consideración los usos que se hacen del río, Padilla (2012) considera que la comunidad rural desconoce la importancia de mantener los sistemas de agua, conllevando a un nivel de vida bajo, por la presencia de enfermedades infecciosas relacionadas con el consumo de agua.

 

De allí que el recurso hídrico es fundamental para el desarrollo de la vida del ser humano, de las plantas y de los animales; es por esto, que la generación de conocimientos y el manejo racional del recurso hídrico, contribuye al mejoramiento de la calidad de vida del hombre. Partiendo de esta premisa, se establece que la calidad del agua es uno de los aspectos que más influyen en la condiciones de vida de las poblaciones, principalmente en la población infantil, sobre la cual se logró identificar que, dadas las condiciones del agua, el 54% de la población ha sufrido enfermedades como gastroenteritis, alergias y problemas dermatológicos, causados por la calidad de dicho recurso.

 

Según los resultados obtenidos tanto del diagnóstico como de la encuesta realizada a la comunidad sobre los usos del agua, la problemática ambiental y la disposición de aguas residuales y basuras, es claro que los habitantes de la ribera del río El Encano no tienen el conocimiento, ni una clara percepción sobre los usos adecuados y eficientes del agua; esto podría sustentarse en el hecho de que el recurso hídrico es abundante en la región; razón por la que se hace necesario desarrollar estrategias que se encaminen a sensibilizar a las comunidades sobre la educación ambiental y el uso y conservación del recurso hídrico.

 

De acuerdo a los resultados obtenidos en la zona de estudio, se establece que posee un gran potencial para la agricultura; sin embargo, el bajo nivel educativo de la población, el desinterés por mejorar los procesos en este campo, sumado al conformismo frente al nivel de productividad de sus terrenos, no han permitido mejorar las prácticas en la agricultura. Se constituye, entonces, en factor importante la implementación de estrategias eficaces encaminadas a maximizar la productividad del campo, y a procurar eficientemente la conservación del recurso hídrico. Se requiere, por lo tanto, un trabajo continuo y permanente con las comunidades presentes en el área, que contribuya a mejorar las prácticas de producción que aporten al desarrollo sostenible en la región.

 

En lo que respecta a la agricultura, principal actividad económica para el sustento de las familias, el agua utilizada para los distintos procesos involucrados en la actividad agrícola se obtiene mayoritariamente en un 61% del acueducto; el 31% de los agricultores la toman directamente del río El Encano y el resto, representado en un 8%, utilizan el agua de pozos cercanos para los procesos agrícolas de sus parcelas, cuyos productos más cultivados en la región y aprovechados para la obtención de recursos económicos son la cebolla en un 40%, la papa en un 33% y la mora en un 19%, cultivos propios del clima y las características de la zona.

 

Dentro de este contexto, la Asociación Mundial para el Agua –GWP– y Comité de Consejo Técnico –TAC– (2000) declaran que el uso de este recurso en la agricultura se destina básicamente al riego y la ganadería, siendo el primero de ellos la actividad económica que requiere mayor cantidad de agua, su uso para el riego alcanza casi el 70% de la demanda total. A diferencia de lo anterior, en la zona donde se llevó a cabo la investigación, por los índices de precipitación, no hay necesidad de disponer de agua para este proceso; si fuera así, una gestión adecuada del agua destinada a los procesos del riego, sería necesaria para lograr una eficiencia del aprovechamiento del recurso.

 

De otra parte, el manejo de los residuos sólidos, tal como lo indican Ayininuola y Muibi (2008), cuando es inadecuado provoca efectos nocivos como contaminación de suelo, aire y agua, deterioro del paisaje natural, menor biodiversidad y riesgos a la salud, entre otros. Particularmente, los residuos generados en la zona de investigación son considerados un problema permanente para el medio ambiente, pues no existe el nivel educativo y cultural requerido, ni la existencia de programas de capacitación sobre su manejo. Estudios desarrollados por Taboada et al. (2011), expresan que la carencia de estudios en zonas rurales no permite dimensionar la problemática ambiental en estas zonas, conduciendo en el mejor de los casos, al desarrollo de sistemas de sanidad rudimentarios o inadecuados.

 

En lo que respecta al corregimiento El Encano, lugar donde se encuentra el río objeto de estudio, el manejo de los residuos sólidos es desarrollado por la Empresa Metropolitana de Aseo (EMAS) de la ciudad de Pasto, que envía un carro recolector de basura al corregimiento, una vez por semana, lo que ha contribuido en consecuencia a la organización de los residuos sólidos; al respecto, el 70% de la población encuestada dice depositar las basuras en dicho carro recolector, siendo esta una buena solución para la disposición final de los residuos en la región.

 

Desde el punto de vista ambiental, los residuos sólidos se constituyen en un problema, debido a que no existen criterios adecuados para seleccionar y ubicar los sitios de disposición final en las zonas rurales; además, es muy frecuente como se evidencia en la zona, que en estos lugares se haga una recolección indiscriminada de todo tipo de residuos, incluyendo los tóxicos y peligrosos que aumentan el riesgo ambiental e incrementan la vulnerabilidad de las personas. Por esto, una buena forma de manejar o de disponer los residuos orgánicos que se generan en las actividades agrícolas o en las actividades internas de las casas, es en abono o en alimento para los animales.

 

Ligado a la disposición final de los residuos sólidos, están las problemáticas ambientales que se presentan en la región. Las variables evaluadas corresponden, en primera instancia, al recurso hídrico que se constituye en parte de la problemática ambiental. Los encuestados opinaron en un 56% que el mayor problema ambiental se encuentra en el recurso agua; seguido del recurso suelo con un 40%. Resultados que se corresponden directamente con los problemas planteados sobre depósito de las aguas residuales y manejo de las basuras, además de los residuos generados por la agricultura por la utilización de agroquímicos y fertilizantes.

 

En este orden de ideas, la Fundación Biodiversidad (2006) argumenta que a medida que se incrementa la población y crece el desarrollo tecnológico, es mayor el deterioro sobre el medio. Así, los problemas ambientales priorizados por los encuestados casi que al mismo nivel son: las aguas residuales con un 46% y el manejo de las basuras con un 44%. La presencia de esta problemática medioambiental en la zona, indica que el nivel de gestión ambiental en cada uno de los aspectos es deficiente.

 

 


 

CONCLUSIONES

 

Los procesos de gestión del recurso hídrico dentro de la zona de estudio son incipientes, en la medida en que se hace necesaria una intervención activa de las comunidades de la zona, en donde los procesos de sensibilización son fundamentales para lograr optimizar el manejo y el uso del recurso hídrico.

 

La intervención antrópica en el río El Encano ha sido un factor determinante en la transformación de las características fisicoquímicas y organolépticas de sus aguas, lo cual tiene incidencia importante en la salud de las comunidades y en la alteración de los procesos ecológicos dentro del ecosistema.

 

El río El Encano, a pesar de ser una de las zonas de mayor importancia para el departamento de Nariño, no cuenta con estrategias eficientes relacionadas con el manejo de las aguas residuales y residuos sólidos, generando consecuencias negativas tanto a la comunidad presente en la zona como al mantenimiento de las condiciones ecosistémicas del área.

 

 


 

POTENCIAL CONFLICTO DE INTERESES

 

No hay conflicto de intereses

 

 


 

FUENTES DE FINANCIACIÓN

 

El presente artículo es fruto de los resultados de investigación financiada por la Universidad Mariana de la ciudad de Pasto.

 

 


 

REFERENCIAS

 

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·         Asociación Mundial para el Agua –GWP– y Comité de Consejo Técnico –TAC–. (2000). Manejo integrado de recursos hídricos. Estocolmo: Global Water Partnership.

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·         Banco Mundial. (2008). Informe sobre el desarrollo mundial 2008. Agricultura para el desarrollo. Bogotá: Banco Mundial, coeditado con Mundi-Prensa y Mayol Ediciones, S.A.

·         Baribbi, A. y Spijkers, P. (2011). Campesinos, tierra y desarrollo rural. Reflexiones desde la experiencia del tercer laboratorio de paz. Bogotá: Asistencia Técnica Internacional del Tercer Laboratorio de Paz, Comisión Europea.

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1. Magíster en Sistemas Integrados de Gestión. Miembro del Grupo de Investigación Ambiental –GIA–. Universidad Mariana de Pasto. Pasto, Colombia. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 

2. Magíster en Manejo Integrado de Cuencas Hidrográficas. Miembro del Grupo de Investigación Ambiental –GIA–, docente de postgrados. Universidad Mariana de Pasto. Pasto, Colombia. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 

 


 

Para citar este artículo: Luna Hernández, S.M. y Madroñero Palacios, S.M. (2016). Importancia del componente social en el manejo del recurso hídrico, río El Encano, humedal Ramsar La Cocha (Nariño, Colombia). Revista Luna Azul, 42, 200-216. Recuperado de http://200.21.104.25/lunazul/index.php?option=com_content&view=article&id=135  

 

Este obra está bajo una Licencia de Creative Commons Reconocimiento CC BY   

IMPORTANCIA DE LAS MICORRIZAS ARBUSCULARES (MA) PARA UN USO SOSTENIBLE DEL SUELO EN LA AMAZONIA COLOMBIANA

 

Lina Paola Garzón1

 

Recibido el 4 de octubre de 2014, aprobado el 19 de marzo de 2015 y actualizado el 09 de noviembre de 2015

 

DOI: 10.17151/luaz.2016.42.14

 

RESUMEN

 

La Amazonia colombiana es una fuente de diversidad que se ha visto afectada por cultivos comerciales insostenibles que afectan la actividad de la microbiota del suelo y, por ende, el crecimiento de las especies vegetales. La limitación de fósforo y nutrientes en el suelo debe ser compensada por el sistema radicular de las plantas y potenciada por la presencia de las micorrizas arbusculares que aumentan su nivel de movilización.

 

En este sentido, el conocimiento sobre las características fisicoquímicas del suelo y su relación con la presencia de micorrizas, es fundamental para generar procesos agrícolas más productivos y con menor impacto ambiental. Este artículo hace un análisis de publicaciones científicas entre 1995 y 2013 sobre la importancia de las micorrizas para un uso sostenible del suelo en la Amazonia colombiana, dando a conocer su funcionalidad en la estabilidad edáfica y su contribución para una agricultura comercial sostenible.

 

Las micorrizas se encuentran ampliamente distribuidas en el suelo amazónico y su relación sinérgica con otros microorganismos favorece la absorción de nutrientes en las plantas. Asimismo, pueden ser de gran potencial en la agricultura sostenible como fertilizantes orgánicos; aunque, se reconoce que falta investigar más acerca de las comunidades nativas de hongos formadores de micorrizas, el potencial micorrízico del suelo y sus niveles nutricionales.

 

PALABRAS CLAVE

 

Agrosistema, Amazonas, micología, recursos de suelos, sostenibilidad.

 

IMPORTANCE OF ARBUSCULAR MYCORRHIZAE FOR SUSTAINABLE LAND USE IN THE COLOMBIAN AMAZON RAINFOREST

 

ABSTRACT

 

The Colombian Amazon is a source of diversity that has been affected by unsustainable commercial crops that have a negative effect on the activity of the soil microbiota and therefore, on the growth of plants. Limited phosphorus and nutrients in the soil must be compensated by the plant root system and enhanced by arbuscular mycorrhizae to increase their level of mobilization. In this sense, the knowledge of the physicochemical characteristics of the soil and its relationship with the presence of mycorrhizae is essential to generate more productive agricultural processes with less environmental impact. This article analyzes scientific publications between 1995 and 2013 which deal with the importance of mycorrhizae for a sustainable land use in the Colombian Amazon, thus revealing its functionality on edaphic stability and its contribution to sustainable commercial agriculture. Mycorrhizae are widely distributed in the Amazonian soil and its synergic relationship with other microorganisms favors the absorption of nutrients in plants. Additionally, they can be a great potential in sustainable agriculture as organic fertilizers though, more research is needed about the native communities of mycorrhizal fungi, mycorrhizal soil potential and its nutritional levels.

 

KEY WORDS: Agrosystem, Amazon, mycology, soil resources, sustainability.

 


 

INTRODUCCIÓN

 

El Amazonas actualmente es considerado como una de las mayores reservas de biodiversidad en el mundo (Jesus et al., 2009), especialmente de especies vegetales que dependen de una gran variedad de microorganismos presentes en el suelo. Sin embargo, la presión de las actividades antropogénicas como los cultivos comerciales extensivos e insostenibles, ha llevado a una pérdida de la microbiota afectando la disposición de materia orgánica esencial para el crecimiento vegetal y, en consecuencia, ha ocasionado una alteración del equilibrio ecosistémico (Fracetto et al., 2013).

 

De igual forma, el uso de pesticidas y fertilizantes inorgánicos en agroecosistemas amazónicos ha generado problemas ambientales por la contaminación de cuerpos de agua y su posterior eutroficación (Cuenca et al., 2007). Esto ha llevado a un creciente interés por la implementación de una fertilización ecológica, basada en el uso de microorganismos beneficiosos como las micorrizas (Barrer, 2009). Sin embargo, hace falta investigar más acerca de las comunidades nativas de hongos formadores de micorrizas, el potencial micorrízico del suelo y sus niveles nutricionales, con el fin de potenciar su uso sostenible en la agricultura amazónica colombiana (Cuenca et al., 2007).

 

La microbiota realiza una serie de funciones clave para mantener la productividad, diversidad y estructura de las comunidades vegetales en el planeta (Van der Heijden et al., 2008), puesto que actúa como una proveedora de nutrientes que son absorbidos por las plantas. Entre los organismos que habitan en el suelo se pueden destacar por su función ecológica los hongos formadores de micorrizas, los cuales pueden tener una alta incidencia en la estabilidad de ecosistemas donde las condiciones edáficas son extremas (Martínez y Pugnaire, 2009).

 

En este sentido, la micorriza es una simbiosis mutualista que tiene como función aumentar la superficie de absorción de la raíz, por medio de un sistema de hifas extrarradicales (Castro, 2009). La planta puede absorber y asimilar más agua, minerales (nitrógeno y fósforo) e iones poco móviles (ácido fosfórico, amoniaco, zinc, cobre), favoreciéndose su balance hídrico y nutrición (Barrer, 2009).

 

En la Amazonia colombiana los suelos se caracterizan por ser pobres tanto en materia orgánica como en nutrientes. Por esta condición, las micorrizas han llegado a considerarse casi como una relación obligada para el crecimiento de poblaciones vegetales, tanto en condiciones naturales como en agrosistemas (León, 2006). Esto ha llevado a contemplarlas como una herramienta de manejo sostenible del suelo pues contribuyen con: aumento de productividad de los cultivos, regeneración de comunidades vegetales degradadas y mantenimiento del equilibrio del ecosistema (Guerra, 2008).

 

Múltiples estudios alrededor del mundo han enfocado las micorrizas arbusculares en el área de la agricultura sostenible como mecanismo para mantener cultivos comerciales eficientes y sostenibles (Cuenca et al., 2007; Guerra, 2008; Phosri et al., 2010; Fitter, Helgason y Hodge, 2011; Pellegrino et al., 2011; Andrews, Cripps y Edwards, 2012).

 

Este artículo tiene por objetivo hacer un análisis de las publicaciones científicas entre los años 1995 y 2013 sobre la importancia de las micorrizas para un uso sostenible del suelo en la Amazonia colombiana. Se pretende, adicionalmente, dar a conocer la funcionalidad de los hongos micorrízicos en la estabilidad edáfica y su contribución para una agricultura comercial sostenible.

 

Asociaciones microbianas y su relación con los hongos formadores de micorrizas (HFMA)

 

Los suelos de la Amazonia son pobres tanto en materia orgánica como en nutrientes, ya que la capa orgánica es delgada y poco descompuesta por lo que se presenta poca humificación del suelo (Cardona, 2000). Adicionalmente, los nutrientes se encuentran en la capa de la hojarasca y en el dentritus, en donde las plantas los obtienen a partir de las raíces alimentadoras y los hongos micorrízicos (Peña-Venegas et al., 2006).

 

El fósforo es considerado el elemento limitante para el desarrollo de las plantas, debido a la madurez de los suelos amazónicos, en los cuales se encuentran grandes cantidades de óxido de hierro y aluminio que promueven la formación de los fosfatos. De hecho, de las formas minerales de este elemento el 60-70% se encuentra en forma de fosfatos de hierro, los cuales son solubilizados por los microorganismos para liberar fósforo inorgánico y otras formas solubles que se encuentran disponibles para las plantas (Useche, Valencia y Pérez, 2004).

 

Asimismo, la materia orgánica es la principal fuente de fósforo en los suelos de la Amazonia, por lo cual el fósforo orgánico constituye el 30-50% del total del fósforo presente en el suelo. De igual forma, la biomasa bajo el suelo tiende a constituir el 32% del nitrógeno total en los bosques tropicales, por lo cual su valor es significativo en estos ecosistemas que dependen estríctamente de reciclaje de materia orgánica en descompsición (Peña-Venegas y Cardona, 2010).

 

Debido a estas condiciones edáficas particulares, la existencia e interacción de las comunidades microbiológicas del suelo amazónico son complejas y críticas para mantener la funcionalidad del bioma (Fracetto et al., 2013), puesto que tienen incidencia directa en los ciclos biogeoquímicos especialmente en el ciclo del nitrógeno y en la absorción del fósforo (Rodrigues et al., 2012); así como en la producción de sustancias útiles y remoción de toxinas, lo que permite mantener la estabilidad de la vegetación nativa (Toro, 2004; Dilantha y Ru, 2012). 

 

Esta actividad microbiológica edáfica puede ser llevada a cabo por asociaciones mutualistas entre hongos micorrízicos con otras especies de bacterias y hongos, por lo que de forma sinérgica pueden contribuir en el control biológico de fitopatógenos y en la estimulación del crecimiento vegetal (Cano, 2011; King, 2011). Por ejemplo, Bharadwaja et al. (2008) encontraron que la colonización de las raíces con HFMA puede incrementarse en presencia de bacterias como Pseudomonas, Stenotrophomonas y Arthrobacter, lo que permite una inhibición del crecimiento de fitopatógenos, tales como Erwinia carotovora, Phytophthora infestans y Verticillium dahliae.

 

Asimismo, en los ecosistemas tropicales la absorción del fósforo ocurre pobremente sobre la superficie del suelo, por lo cual las plantas y los microrganismos son los encargados de inmovilizar este elemento. Por ejemplo, los hongos saprófitos se encargan de la fase no soluble del fósforo en la materia orgánica, compuesta por ácidos nucleicos, fosfolípidos y fosfoproteínas; más adelante, esta labor es continuada por los hongos de crecimiento lento (Peña-Venegas et al., 2006).

 

Se estima que entre el 10 y 50% de las bacterias presentes en la rizósfera tienen la capacidad de solubilizar fosfatos de calcio, dentro de las cuales se encuentran las especies de Pseudomonas, Mycobacterium, Micrococcus, Arthrobacter y Flavobacterium (Peña-Venegas y Cardona, 2010). Algunos estudios en suelos del sur de la Amazonia colombiana (Cabrera, 2000; Useche et al., 2004) determinaron que el 5,5% de las bacterias y el 3,2% de los hongos (especialmente de las especies Penicillium, Aspergillus, Scytalidium y Paecilomyces) tienen capacidad solubilizadora de fosfatos de calcio en Ultisoles y Oxisoles.

 

Otros microorganismos son capaces de solubilizar compuestos insolubles de fósforo con hierro (estrengita), calcio en dos de sus formas (fosfato tricálcico o fosfato ortocálcico) y aluminio (variscita) (Useche et al., 2004). No obstante, Cabrera (2000) concluyó que el aporte que realizan algunos microorganismos al stock de fósforo del suelo es bajo, y las fuentes más abundantes como la materia orgánica son las menos sensibles a la actividad de las enzimas microbianas.

 

De igual forma, la solubilización de los compuestos minerales fosfatados puede darse por la acción sinérgica con otras poblaciones de organismos edáficos, como en el caso de las lombrices de tierra que pueden estimular la actividad de secreción de fosfatasas microbianas (Peña-Venegas y Cardona, 2010). Ramírez et al. (2001) encontraron que la inoculación de bacterias solubilizadoras de fosfatos con micorrizas arbusculares en Andisoles ha presentado efectos positivos en estos suelos, lo que se traduce en un incremento en la tasa de crecimiento de las plantas.

 

Actividad microbiológica y distribución de los HFMA en el territorio amazónico

 

La importancia y distribución geográfica de las micorrizas en ecosistemas amazónicos han sido ampliamente estudiadas (Gomes et al., 2011; Stürmer y Siqueira, 2011; Alves da Silva et al., 2012; Germera et al., 2012; López-Quintero et al., 2012; Posada, Madriñan y Rivera, 2012), especialmente en lo relacionado con: incremento de la absorción de fósforo y nitrógeno, producción de semillas, resistencia a patógenos, estabilidad edáfica y crecimiento vegetal.

 

Se ha encontrado que la presencia de las micorrizas favorece la absorción del fósforo en plantas que crecen sobre suelos ácidos o de baja a moderada fertilidad (Zavala, 2011). De igual forma, los hongos micorrízicos arbusculares pueden interactuar con otros microorganismos del suelo (en las raíces, en la rizósfera y en la masa del suelo), incrementando la fijación del nitrógeno, aunque por sí solos no sean capaces de hacerlo (Pérez, Rojas y Montes, 2011).

 

Dentro de los beneficios más visibles de la formación de la micorriza arbuscular, se encuentra la capacidad de los hongos para estimular en las plantas hospederas un mayor tamaño y producción de semillas, a través de la incorporación de fósforo y otros nutrientes (Montaño et al., 2009). Adicionalmente, se sabe que la producción de fitohormonas por parte del hongo mejora la estructura del suelo, favorece la resistencia a plagas y a la sequía (Jiménez, 2009).

 

En el suelo, el micelio de los hongos micorrízicos arbusculares participa en la formación de agregados por medio de la adhesión de partículas de glomalina, contribuyendo a darle estructura y estabilidad, reduciendo la erosión y mejorando la capacidad de retención del agua por el suelo (Ruiz, Rojas y Sieverding, 2011). Por tal razón, los efectos a nivel edáfico son claves para el mantenimiento de la diversidad vegetal y de los microorganismos del suelo, para la productividad y para la restauración de ecosistemas perturbados (Montaño et al., 2009).

 

Debido a la limitación de fósforo en los suelos de la Amazonia, el acceso a este nutriente por parte de las plantas es reducido y depende principalmente de las características de su sistema radicular, pues determina la eficiencia de exploración y absorción del mismo. En aquellas plantas con un sistema poco desarrollado, esta simbiosis se puede superar con la ayuda de los hongos formadores de micorrizas (Peña-Venegas et al., 2007). Por ejemplo, la efectividad de movilización de nutrientes hacia la planta se puede aumentar hasta 40 veces más con la micorriza, ya que un pelo radical puede absorber los nutrientes a 2 mm a la redonda y con las hifas del micelio extrarradical se logra explorar hasta 80 mm (Peña-Venegas y Cardona, 2010).

 

Asimismo, a estos microorganismos se les atribuye el incremento de la resistencia al estrés abiótico como sequedad y toxicidad por metales (Cardona, Arcos y Murcia, 2005), ya que estimulan el engrosamiento de la pared celular y producen un aumento en compuestos fenólicos, clorofila, arginina y citrulina (Peña-Venegas y Cardona, 2010). Se cree que a nivel genómico, hay secuencias de aminoácidos que codifican para la expresión de proteínas homólogas a las metalotioneínas, que le permite a hongos como Gigaspora rosea la captura de metales pesados (Guzmán-González y Farías-Larios, 2005).

 

Dentro de la diversidad de estos hongos, se ha podido determinar que las micorrizas arbusculares se encuentran ampliamente distribuidas por los trópicos. Por ejemplo, en el Amazonas se encuentran en el 80% de las plantas vasculares; en menor medida, las ectomicorrizas se hallan entre el 17 y 31% de las plantas (Peña-Venegas et al., 2006).

 

Según Arcos (2004), el género Glomus tiene una dominancia en la composición micorrizica del Trapecio Amazónico (cerca del 50%), seguido de Acaulospora que se encuentra asociado a los suelos más ácidos y Gigaspora en suelos de loma y terraza. Por ejemplo, especies como Glomus glomerolatum, Glomus sp.3, Glomus sp.6, Glomus microaggregatum, Glomus manihotis, Glomus brohultii, Scutellospora sp.1, Scutellospora spinosissima y Archaeospora leptoticha se han encontrado en suelos cercanos a Leticia.

 

Mas especificamente, Peña-Venegas et al. (2006) encontraron que en los suelos de las comunidades ribereñas del Trapecio Amazónico (San Juan de los Parentes, Nazareth, Macedonia, Mocagua, Zaragoza y San Martín de Amacayacu) hay presencia de especies de hongos formadores de micorrizas arbusculares asociados a distintas coberturas vegetales (Figura 1).

 

 

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Multiples estudios (Cuenca et al., 2007; Peña-Venegas et al., 2007; Lopes, Stürmer y Siqueira, 2009; Posada et al., 2012) han analizado la relación entre la abundancia de HFMA y las características fisioquímicas del suelo, especialmente con concentraciones de fósforo. Cardona et al. (2005) determinaron la funcionalidad de los hongos formadores de micorrizas asociada con la exuberancia de la vida vegetal de la ecorregión de Bosque Húmedo Tropical. Para esto, se avaluó la abundancia de las micorrizas bajo coberturas de bosques y pastos en un paisaje fragmentado en San José del Guaviare. Encontraron que en bosques (Inga spp.) estaba la mayor cantidad de especies (con un promedio de 68,9%), seguido de los pastos (Brachiaria decumbens) con valores de colonización que alcanzaron el 36,2%.

 

De igual forma, determinaron que en las características fisicoquímicas del suelo como textura, acidez, saturación de aluminio, y materia orgánica, no hay diferencias significativas estadísticamente, por lo que se infiere que la variación en la abundancia de micorrizas estaría asociada a factores como la estructura vegetal de cada cobertura. La funcionalidad de la simbiosis con micorrizas arbusculares se presentó en plantas que crecen en suelos con contenidos muy bajos de fósforo (0,8-3,7 ppm), siendo el género Glomus el morfotipo más abundante en todas las rizósferas de las coberturas en las zonas de intervención evaluadas.

 

Peña-Venegas et al. (2007) evaluaron la relación de las esporas de hongos glomales con las características físicas, químicas y biológicas del suelo de distintos tipos de vegetación del sur de la Amazonia. En este estudio se encontraron 18 morfotipos de esporas de HFMA diferentes: 11 especies de Glomus, 4 especies de Acaulospora, y una especie de Archaeospora, Scutellospora y Gigaspora. La presencia de fósforo soluble indicó que los suelos bajo rastrojo presentaron la mayor concentración media, valor que fue estadísticamente igual al encontrado para los suelos con cobertura boscosa, pero significativamente diferente al valor estimado para los suelos de pradera (Figura 2).

 

 

Lo anterior, se debe a que las plantas en estado de crecimiento segregan además mayores cantidades de exudados y enzimas que participan en la descomposición de la materia orgánica, aumentando las concentraciones de fósforo soluble en el suelo.

 

Para Posada et al. (2012), los factores que influyen en la distribución del inóculo de hongos micorrízicos arbusculares (micelio externo y esporas) son diversos. Entre ellos pueden mencionarse la especie vegetal predominante, el pH, la humedad del suelo, la conductividad, el contenido de fósforo, nutrientes y de metales pesados. Evaluaron la abundancia de HFMA en el municipio de Florencia (Caquetá, Colombia), en relieves predominantes de loma y vega, con suelo usado como pastura y vegetación predominante de Brachiaria decumbens. Encontraron que los contenidos de fósforo y el pH en loma fueron bajos, pero la cantidad de esporas fue superior que en el relieve de vega. Asimismo, afirmaron que no parece haber una relación entre la alta variabilidad en las características microbiológicas evaluadas y las características fisicoquímicas del suelo.

 

Según Cuenca et al. (2007), aun cuando la tolerancia de las micorrizas a la acidez y los altos niveles de aluminio es un tema por investigar, en suelos ácidos tropicales tipo Ultisol estos factores no parecen afectar la funcionalidad de las micorrizas arbusculares nativas, inclusive pudiendo el hongo acumular aluminio en su micelio, vesículas y células auxiliares.

 

Las micorrizas como herramienta para una agricultura sostenible

 

En la Amazonia colombiana se ha ido adoptando la práctica de monocultivo en la población colona e indígena por la presencia de la empresa privada y de ciertas políticas estatales, lo que ha llevado a un agotamiento de los suelos y a la creación de pastizales orientados a la cría de animales (Varea et al., 1995). Asimismo, en la agricultura amazónica la aclimatación, la adaptación y la multiplicación de los cultivos en diversas condiciones agroecológicas, se han convertido en las mayores limitantes para la producción sostenible y eficiente (Noda, 2009).

 

Debido a lo anterior, es necesario dar paso a prácticas sustentables como la agricultura orgánica en donde los hongos formadores de micorrizas están siendo considerados como una herramienta de gran potencial (Moreira, Siqueira y Brussard, 2006). El alto costo de insumos agrícolas sumado a la creciente demanda de tecnologías menos agresivas para el ambiente, han incidido en la búsqueda de un manejo ecológico de los HFMA como una práctica que permita el desarrollo de sistemas agrícolas más eficientes (Cardona, Peña-Venegas y Arcos, 2008; Melo, Ribeiro y Sagin, 2010).

 

Su utilización puede darse a través del trabajo con especies nativas que, luego de determinadarse su asociación con una especie vegetal de interés, pueden ser estimuladas para potenciar el crecimiento vegetal (Klironomos, 2003). Para obtener esporas de hongos formadores de micorrizas, se pueden emplear cultivos trampa usando una combinación de suelo rizosférico y piezas de raíces, los cuales son usados para crecer plantas hospederas (Molina, Medina y Restrepo, 2006). De esta manera, se consiguen esporas más saludables y más facilmente identificables, ya que las que se obtienen en campo pueden estar parasitadas o disponibles en menor cantidad (Lopes et al., 2009).

 

En este sentido, existen estudios (León, 2006; Castro, 2009) que han evaluado la abundancia de HFMA asociados a plantas específicas, con el fin de determinar su grado de afinidad e incidencia. Es importante resaltar que, por las características del ecosistema amazónico, el uso sostenible del suelo para cultivos debe tener como base una aproximación de la estructura y dinámica de la vegetación natural (Corrêa et al., 2010), por lo que estas investigaciones sirven como punto de partida para determinar la potencialidad de las micorrizas en el desarrollo de proyectos de agricultura sostenible.

 

Peña-Venegas y Arias (2009) evaluaron el nivel de colonización de raíces con HFMA nativos en especies de leguminosas ubicadas en potreros, chagras, rastrojo y bosques. Encontraron que las muestras colectadas en potreros, rastrojo y bosques tenían un mayor porcentaje de colonización que las obtenidas en las chagras, lo que indicó que hay una mayor presencia de micorrizas en áreas naturales no intervenidas (ver Tabla 1).

 

 

 

Sin embargo, no encontraron la misma tendencia con el número de especies de hongos micorrízicos reportados. En las leguminosas colectadas tanto en chagras como en bosques se hallaron la misma cantidad de especies, mientras que las obtenidas en el rastrojo presentaron la menor cantidad de especies.

 

Debido a que la dinámica de colonización de los hongos formadores de micorrizas puede variar de acuerdo con las condiciones edáficas y climáticas de una región (Barrer, 2009), es importante evaluar en el Amazonas colombiano este proceso en diferentes épocas del año para observar cómo varía la efectividad de la acción de las micorrizas, y cómo puede afectar los estudios que se vayan a realizar en una temporada específica.

 

Por ejemplo, Pereira y Nogeira (2006) evaluaron en Manaos, Amazonia occidental de Brasil, la colonización de micorrizas arbusculares en plantas de copoazú (Theobroma grandiflorum) y pijuayo (Bactris gasipaes) en época lluviosa y seca. Estos investigadores encontraron que en el caso del copoazú hubo una mayor colonización de micorrizas en época lluviosa (21,93%) que en época seca (7,19%). Por el contrario, el pijuayo presentó una mayor colonización en época seca (43,95%) que en la lluviosa (13,54%).

 

Otra opción de uso agrícola de los HFMA es inocular a las raíces de las plantas hongos previamente seleccionados, a los cuales se les conoce su manejo por prácticas agronómicas empleadas con anterioridad (Alarcón y Ferrera-Cerrato, 2000). No obstante, puede darse una competencia con hongos micorrízicos nativos que puede alterar su actividad microbiológica y llegar a reducir su eficiencia (Barrer, 2009).

 

Autores como Chaguezá (2011), Rodríguez-Morelos et al. (2011) y Ruiz et al. (2011) hablan de la importancia de la selección y manejo de los inóculos desde la fase de vivero, para que las plántulas in vitro sean lo suficientemente fuertes y posteriormente se pueda aumentar la supervivencia, calidad y crecimiento de las plantas en campo. Esta efectividad de inoculación, puede conocerse a través de la cuantificación del porcentaje de colonización del hongo en la raíz y por la determinación de las características morfológicas del mismo (Habte y Osorio, 2001).

 

En la zona amazónica del Guaviare, Salamanca (2003) evaluó en fase de invernadero la efectividad de la inoculación de especies de hongos micorrízicos nativas e introducidas (Acaulospora longula, Acaulospora spinosa y Glomus clarum) en las especies frutales de arazá (Eugenia stipitata), borojó (Borojoa sorbilis), chontaduro (Bactris gasipaes) y la pastura (Brachiaria decumbens). Encontró una alta colonización de las raíces en todas las especies vegetales, siendo el pasto el más alto con un 74,8%, seguido del chontaduro (67%), el borojó (60,1%) y el arazá (53,8%).

 

Los anteriores resultados mostraron que las las gramíneas como Brachiaria decumbens son micotróficas dependientes, lo que las hace más óptimas para cultivo en suelos ácidos y de baja fertilidad. Adicionalmente, se observó una alta asociación con HFMA del género Glomus (55%), y en menor proporción con los géneros Acaulospora (27%), Entrophospora (9%) y Scutellospora (9%).

 

Sumado a lo anterior, Cuenca et al. (2007) realizaron la inoculación de especies de HMA (Glomus manihotis, Scutellospora fulgida, Entrophospora colombiana, muy adaptadas a suelos ácidos) en plantas de la especie V. luteola para evaluar su cambio en la productividad. Reportaron un aumento de un 4000% del peso seco de la planta y un incremento del 315% en la producción de biomasa. Asimismo, se dilucidó que existe una compatibilidad funcional entre micorrizas, el suelo y las plantas, por lo cual hay combinaciones mejores que otras.

 

Para Quintero y Pérez (2006), un verdadero uso sostenible del suelo para cultivos en Colombia debe enfocarse en el uso de las micorrizas arbusculares articuladas con el conocimiento sobre las unidades de manejo ambiental, acordes con: la tasa de extracción, la capacidad de uso, el acervo cultural de las comunidades locales y la capacidad de autorrecuperación de los ecosistemas. De esta manera, es posible desarrollar proyectos de sistemas productivos sostenibles que se adecuen a las características socioculturales y las condiciones particulares de los ecosistemas amazónicos (Vieco, 2011).

 

De igual forma, las poblaciones campesinas e indígenas pueden emplear tecnologías de producción que involucren el aprovechamiento del recurso por medio del uso potencial de las micorrizas nativas como bioinsumos. Esto le permite a las comunidades mantener las condiciones naturales propias de los ecosistemas, así como mejorar la calidad nutricional de pasturas y especies de importancia alimenticia de la región (Monroy, 2004). Más específicamente, Acosta, García y Mendoza (2008) señalan la necesidad de plantear estrategias para sistemas productivos sostenibles, en las que se fusione la economía de mercado y manejo ambiental convencional con la economía y manejo ambiental indígenas, en lo que el autor denomina un “diálogo intercultural”.

 

Arcos (2004) realizó un estudio dentro las comunidades indígenas del Trapecio Amazónico para determinar la abundancia de las micorrizas en plantas de importancia alimenticia para la población como yuca dulce y yuca brava (Manihot esculenta), maíz (Zea mays), piña (Ananas sp.) y plátano (Musa sapientum). Las variedades de yuca evaluadas siempre reportaron colonización de micorrizas entre 30 y 52% y se encontraron esporas de los géneros Glomus, Gigaspora y Acaulospora, siendo el Glomus el de mayor frecuencia y distribución.

 

Asimismo, señaló que los suelos de los agroecosistemas en el Trapecio Amazónico colombiano son altamente dependientes de la participación de la microbiota del suelo en procesos de descomposición, mineralización, solubilización y fijación simbiótica de nutrientes. Las características que parecen estar asociadas a una mayor actividad micorrizal fueron las reportadas en loma y terraza y corresponden a niveles bajos de fosforó, pH extremadamente ácido, escasos contenidos de micronutrientes y niveles altos de materia orgánica y nutrientes. Determinó que la alta presencia de cepas nativas de micorrizas en cultivos que crecen en suelos de baja fertilidad y niveles tóxicos de aluminio, es un indicador de que la simbiosis participa benéficamente como mecanismo de nutrición vegetal.

 

Cardona et al. (2008) evaluaron la asociación de la planta del ají (Capsicum sp.) y los HFMA en chagras y huertas de las comunidades ribereñas al río Amazonas. Reportaron que hubo un nivel medio de micorrización con hifas, que osciló entre el 33,6 y el 41,29%. Asimismo, se observó una correlación inversa entre el porcentaje de colonización y los contenidos de fósforo disponible en los suelos de la mayoría de las accesiones evaluadas (Figura 3).

 

 

 

 

Glomus sp.1 fue la especie de más amplia distribución, seguido por Acaulospora sp.1 y Glomus microaggregatum. Uno de los morfotipos, Glomus sp.5, se observó solamente en la rizósfera de una muestra de C. chinense proveniente del departamento de Amazonas. Sumado a esto, los investigadores encontraron una asociación entre una alta colonización micorrízica en chagras donde el cultivo predominante era la yuca, además de otros cultivos de piña y plátano. Esto se debe a que estas especies vegetales presentan una alta micotroficidad, por lo que estimulan el crecimiento y el establecimiento de cepas nativas de HFMA.

 

Lo anterior, se puede explicar por el hecho de que en las chagras hay un buen uso de la tierra a través de sistemas de cultivo mixto y de policultivo de diferentes hábitos de crecimiento (Cabrera, 2004; Gasché, 2006). En estos hay un gran número de especies vegetales sembradas, en donde la yuca es el producto más importante, pues se considera el “alma de la chagra”; es decir, que la supervivencia de ésta depende de que haya buenas cosechas de esta planta (Triana-Moreno, Rodríguez y García, 2006).

 

Las comunidades locales a través del conocimiento tradicional pueden aportar para la generación de nuevas formas de saber sobre sistemas productivos, ya que históricamente han podido transformar y mantener el entorno natural (García y Acosta, 2009). Asimismo, se puede apuntar a nuevas formas de desarrollo enfocado a actividades productivas complementarias a las prácticas económicas tradicionales, con la implementación de tecnologías orgánicas como las micorrizas (Weigel, 2001). Esto permite un diálogo de saberes que puede constituirse en un mecanismo “acelerador de oportunidades y capacidades dentro de una estrategia de desarrollo sostenible” (Gainza, Acosta y Bernal, 2008, p. 4).

 

 


 

CONCLUSIONES

 

Existe una relación positiva entre los hongos formadores de micorrizas y otros microorganismos del suelo, especialmente con las bacterias. Esto se evidencia en el incremento del porcentaje de colonización de las raíces con estos hongos, lo que repercute en la efectividad para llevar a cabo funciones como la remoción de toxinas, la solubilización de fosfatos orgánicos e inorgánicos y la resistencia a patógenos.

 

De los hongos formadores de micorrizas arbusculares, el género Glomus es el que se encuentra más ampliamente distribuido en los trópicos, especialmente en el área del Trapecio Amazónico. El género Acaulospora se encuentra en menor medida y está más relacionado con suelos ácidos; mientras que la Gigaspora se encuentra principalmente en zonas de terraza y loma. Otros géneros como Archaeospora y Scutellospora tienen una baja abundancia y distribución en la zona amazónica.

 

Debido a los beneficios de la relación simbiotica de las plantas con los HFMA, estos microorganismos están siendo contemplados como un instrumento de gran potencial para un manejo ecológico de la agricultura amazónica, que conduzca a un uso sostenible del suelo. Su forma de empleo puede ser a través de la utilización de especies nativas de hongos específicas para una planta de interés. Sin embargo, es necesario tener en cuenta variables como las condiciones bioquímicas del suelo y la variación climática, que pueden influir en su grado de efectividad.

 

De igual forma, se puede trabajar cultivos in vitro en viveros donde se emplean especies de HFMA nativos o comerciales para técnicas de inoculación de raíces, con un manejo agronómico previamente conocido. A través de este método se puede establecer la compatibilidad funcional entre micorrizas, el suelo y plantas que lleve a un incremento en la producción; aunque, puede generarse una competencia negativa con otros hongos nativos.

 

La efectividad de inoculación de hongos formadores de micorrizas ha sido alta en especies comestibles como la yuca brava (Manihot esculenta), porotillo (V. luteola), arazá (Eugenia stipitata), borojó (Borojoa sorbilis) y chontaduro (Bactris gasipaes). Las especies más empleadas para esta técnica se encuentran dentro de los géneros de Acaulospora, Entrophospora, Scutellospora y Glomus. Este último, también se ha visto ampliamente asociado con especies vegetales de interés, por lo que se considera una especie nativa de amplia distribución y utilidad para mejorar la productividad de los cultivos en campo.

 

 


 

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1. Ms en Desarrollo Sustentable y Gestión ambiental. Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Bogotá, Colombia. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it. 

 


 

Para citar este artículo: Garzón, L. P. (2016). Importancia de las micorrizas arbusculares (MA) para un uso sostenible del suelo en la Amazonia colombiana. Revista Luna Azul, 42, 217-234. Recuperado de http://200.21.104.25/lunazul/index.php?option=com_content&view=article&id=136

 

Este obra está bajo una Licencia de Creative Commons Reconocimiento CC BY   

DESARROLLO E IMPLEMENTACIÓN DE UNA NORIA MODIFICADA COMO PROPUESTA SOSTENIBLE DE RECIRCULACIÓN DE AGUA PARA UNA ESTACIÓN PISCÍCOLA

 

Christine M. Hahn-von-Hessberg1

Herbert E. Quintero2

Alberto Grajales-Quintero3

 

Recibido el 24 de junio de 2014, aprobado el 1 de abril de 2015 y actualizado el 06 de noviembre de 2015

 

DOI: 10.17151/luaz.2016.42.12

 

RESUMEN

 

Existen problemas de abastecimiento de agua en verano e invierno, en la Estación Piscícola de la Universidad de Caldas (Colombia). El trabajo muestra la manera como, por medio de un sistema de recirculación de agua, se provee a la Estación del líquido, de manera persistente, conservando parámetros fisicoquímicos aptos para el cultivo de peces.

Cambios en el uso del suelo, como desarrollos urbanísticos, han generado impacto sobre la microcuenca que abastece la Estación. Surge la propuesta de reutilizar el agua mediante un modelo sostenible, adaptando un mecanismo ancestral: la Noria. Éste trabajo se desarrolló en tres etapas: recopilación de información, seguimiento e implementación de la propuesta. Para el montaje se requirió adaptar parte de la infraestructura existente de la Estación para recolectar el agua. El diseño de la Noria consta de un sistema de captación de agua (Cilindro con compartimentos) que impulsa un sistema de poleas y a su vez a la Noria modificada con canjilones, la cual capta agua (1,5 l/seg) y la elevan 7 m. Los parámetros físicoquímicos (temperatura, oxígeno y pH) y biológicos (macroinvertebrados acuáticos) permanecieron en rangos normales para un cultivo de peces tropicales. El diseño realizado es modular, no requiere energía eléctrica, ni mano de obra especializada para su mantenimiento, puede ser utilizado como una herramienta alterna en el sector agropecuario particularmente en el sector acuícola, donde se presenten dificultades hídricas, es de bajo costo y ambientalmente sostenible.

PALABRAS CLAVE

 

Rueda hidráulica, piscicultura, microcuenca hidrográfica, abastecimiento hídrico, sostenibilidad.

 

 

DEVELOPMENT AND IMPLEMENTATION OF A MODIFIED WATERWHEEL AS A PROPOSAL FOR SUSTANTAINABLE WATER CIRCULATION FOR A FISHING STATION.

 

ABSTRACT

 

There are problems of water supply in the summer and the winter, in the Fishing Station of Universidad de Caldas (Colombia). This article shows how, by means of a water recirculation system, the Station is provided with the liquid persistently, keeping physicochemical parameters fit for fish farming. 

 

Changes in land use, such as urban development, have generated impact on the watershed that supplies the Station. Then, a proposal to reuse water through a sustainable model, adapting an ancestral mechanism surges: the Waterwheel. This work was developed in three stages: data collection, monitoring and implementation of the proposal. For the assembly  adaption of part of the existing infrastructure of the Station to collect water was required. The design of the waterwheel consists of a water catchment system (cylinder with compartments) that drives a pulley system and in turn to the modified waterwheel with buckets, which capture the water (1.5 l / sec) and then raise it 7 m. The physicochemical parameters (temperature, oxygen and pH) and biological (macroinvertebrate) remained within normal ranges for a crop of tropical fish. The design developed is modular, it does not require electricity or skilled workforce for maintenance, it can be used as an alternative tool in agriculture particularly in the aquaculture sector where water difficulties arise, and it is inexpensive and environmentally sustainable .

 

KEY WORDS: Water wheel, fish farming, hydrographic watershed, water supply, sustainability.

 

 


 

INTRODUCCIÓN

 

Colombia es catalogada como uno de los países con mayor oferta hídrica del mundo, sin embargo al realizar un análisis crítico de la oferta y demanda del agua se observa el desbalance del mismo; posee 6 vertientes, destacándose la vertiente Caribe, compuesta por las cuencas del río Magdalena, Cauca y Sinú, el cual agrupa el 70% de la actividad económica, social e industrial del país. Con una precipitación anual de 2000 mm/año, una escorrentía del 30% con valores medios de 1000 mm en la región Magdalena-Cauca y 1500 mm para el Medio Cauca (MAVDT y Viceministerio de Ambiente, 2010). Panorama hídrico cambiante como consecuencia de la variabilidad climática, con incrementos y disminuciones en algunas regiones hasta de un 15% (MAVDT, 2010; Quintero-Ángel, Carvajal-Escobar y Aldunce, 2012), incluyendo al departamento de Caldas; CORPOCALDAS (2006) reporta que más del 70% de las fuentes hídricas exhiben un grado de contaminación de diversa índole.

 

La acuicultura es una actividad importante para el desarrollo productivo del sector agropecuario, participa en reducir la pobreza y en programas de seguridad alimentaria en Colombia (MADR, FAO e INCODER, 2011). Actividad que inicia en la década de 1930 con la introducción de Oncorhyncus mykiss, 20 años más tarde se introduce Oreochromis mossambicus.

 

En 1963 se inicia la construcción de la Estación Piscícola en la Granja Montelindo (vereda Santágueda, municipio de Palestina, Caldas, Colombia) dando origen al programa piscícola adscrito a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Caldas. En 1967 la Universidad de Caldas introdujo 10 parejas de Tilapia rendalli (Tilapia rendalli) provenientes de Brasil con las que se principiaron los trabajos de policultivo con Tucunaré (Cichla ocellaris), Óscar (Astronotus ocellatus) y Mojarra amarilla (Petenia kraussi), y se comenzó el primer programa de piscicultura campesina en el país, en convenio con la Federación Nacional de Cafeteros y otras entidades gubernamentales. En la década de 1970 el Instituto de Recursos Naturales y Renovables (INDERENA) importó la Tilapia nilótica (Oreochromis niloticus), para programas de fomento. A mediados de 1980 se introdujo la Tilapia roja (Oreochromis spp.) al departamento del Valle del Cauca desarrollándose a partir de ahí la piscicultura comercial (Ruiz, 1990). En 1989, el régimen del Acuerdo Internacional del Café (ICA - International Coffee Agreement) se derrumba y el equilibrio de poder en la cadena global del café cambió claramente, afectando directamente los programas de diversificación (Ponte, 2002; Bitzer, Francken y Glasbergen, 2008) permaneciendo activo el programa de piscicultura hasta principios de los años noventa. A mediados de esta década la Universidad de Caldas realiza convenios con la Unión Europea explorando especies nativas como la Dorada (Brycon moorei), Bocachico (Prochilodus reticulatus) y Cachamas (Colossoma macropomum, Piaractus brachipomum).

 

Con base en el informe del MADR et al. (2011), que sostiene que “los desbalances entre la oferta y la demanda por el recurso hídrico no hacen prever problemas de desabastecimiento en el mediano plazo” (p. 19), la realidad de la Estación Piscícola de la Universidad de Caldas es distinta. La intensa deforestación de la región andina, adicionada a la intensificación de los cultivos perenes y transitorios, la excesiva fertilización y la contaminación del agua por lixiviados de urbanizaciones, incumpliendo las reglamentaciones sanitarias y ambientales, han ocasionado una disminución dramática de la cantidad y calidad del agua, problemática similar a otras estaciones piscícolas del país. La Conferencia de Rio+20 enfatiza sobre la necesidad de integrar los recursos hídricos como parte del desarrollo sostenible, lo que hace necesario tomar acciones para realizar modelos sustentables en la producción, preservar y optimizar el recurso natural base del desarrollo económico y social (Naciones Unidas, 2012b).

 

La optimización en el uso del recurso hídrico de la Estación Piscícola de la Universidad de Caldas obligó a buscar estrategias que permitieran la sostenibilidad de la misma. Es así como se opta por recircular (reutilizar) el agua como una alternativa viable para la estación, adaptando un mecanismo ancestral como es la rueda hidráulica o Noria. El nombre proviene posiblemente de la palabra árabe noria (na’oura) (Al-Dbiyat, 2009), saqiya (en árabe “el irrigador”) (Mays, 2010a), na’ura (en árabe “ruidoso”) y noriya (en árabe “ladrón, que roba el agua”) en Israel, Transjordania y Siria: rueda persa; en Irán, India y Pakistán: rueda de accionamiento hidráulico (Ayalon, Milo y Nes, 2000).

 

Este artículo hace un recuento histórico del entorno ambiental de la microcuenca del caño El Berrión en la cual se asienta la Estación Piscícola, y como resultado a esta problemática la adaptación de un sistema de recirculación de agua usando una Noria modificada, proponiéndose como un modelo sostenible para la producción acuícola en países en desarrollo, coincidiendo con la tesis de que los conocimientos tradicionales son aplicables a una nueva era al incorporar una innovación dinámica, que permitan alcanzar la sostenibilidad local y medioambiental (Mays, 2010b).

 

La Universidad de Caldas, cuenta hace 52 años con el programa de producción piscícola en la Granja Montelindo, donde se realizan actividades académicas, de investigación y proyección, esta última con énfasis en piscicultura campesina. A partir de la década de 1980 se identificaron cambios en la microcuenca, afectando la cantidad y calidad de agua que abastece la Estación Piscícola. Es así como se observa la necesidad de implementar una estrategia de reutilización de agua, mediante el uso de una Noria modificada, que busca una solución amigable y sostenible con el ambiente.

 

 


 

METODOLOGÍA

 

Área de estudio

 

El trabajo se desarrolló en la Estación Piscícola de la Universidad de Caldas, localizada en la microcuenca del caño El Berrión, veredas Los Lobos y Santágueda, municipio de Palestina (Caldas, Colombia), coordenadas: Longitud W 75°45’ - Latitud N 5°04’) (Figura 1). En la Figura 2 se observa parte de la microcuenca El Berrión y la Estación Piscícola. La microcuenca presenta elevaciones entre los 1000 y 1400 msnm. Posee 541,3 ha, hace parte de la microcuenca de la quebrada Carminales, y esta a su vez de la cuenca del río Chinchiná (Cauca-Caribe) la cual superó el 10% de la presión sobre su recurso hídrico a partir del año 2008 (Grajales, 2004; CORPOCALDAS, 2007).

 

 

 

 

Recuento ambiental del área de estudio

 

La geología del sector se compone de depósitos inconsolidados de flujo de lodo; con fuertes precipitaciones produciendo el arrastre de material de la zona montañosa que actúa como área de recarga de acuíferos; presenta fenómenos erosivos por la deforestación y cultivos semestrales, los cuales se consideran inadecuados para preservar la estabilidad de laderas y disminuir el proceso erosivo. En el punto de inflexión entre alta pendiente y el valle se produce el depósito de sedimentos, afectando directamente la Estación Piscícola, y un cauce sinuoso y estrecho que abandona frecuentemente en épocas de lluvia. Esta zona ha sido ocupada por condominios y viviendas campestres, ocasionando desviación del cauce. La Estación es influenciada directamente por las corrientes de aire caliente de la cuenca del río Cauca y de las corrientes de aire frío procedentes del Nevado del Ruiz (Grajales, 2004). Presenta temperatura máxima de 33ºC, media de 22,6ºC y mínima de 15ºC; altura sobre el nivel del mar: 1050 msnm; precipitación de 2300 mm; comportamiento bimodal, humedad relativa 74%; brillo solar: 2300 horas/año [Estación climatológica Santágueda (código 2615509), coordenadas 0505-N 7540, Fecha de Instalación 1964-01].

 

En 1963, cuando se comenzó la construcción de la Estación Piscícola, la parte alta de la microcuenca presentaba bosques secundarios y algunos pequeños cultivos, los cuales pasaron a cultivos de café arábigo asociado con árboles de sombrío (Kumar, 1978. Posteriormente, se desarrollaron variedades de café que no requieren sombrío, ocasionando la tala de árboles (Muschler y Bonneman, 1997), afectando la biodiversidad y causando impacto negativo sobre los nacimientos de agua. Se introducen al país patologías que afectan al café y se desarrollan planes de fomento para las zonas donde no se cultivaba el grano, desapareciendo en las zonas marginales (Buriticá, 2010). Se elimina entonces el café de la microcuenca del caño El Berrión, y los suelos cambiaron su cobertura hacia cultivos limpios y un marcado desarrollo turístico que afecta la cantidad y calidad del agua. Hoy la Estación Piscícola recibe en promedio 1,8 L/seg de agua en verano y 15 L/seg en invierno; las aguas de escorrentía se recogen en un reservorio de 6.000 m2, y posee un pozo profundo con una capacidad de generación 15 L/seg, cuya agua tiene en promedio un pH de 7,1, temperatura de 24ºC y oxígeno de 3,3 ppm. Se estima una pérdida del 20% de agua a lo largo del recorrido por la Estación.

 

La calidad de agua de la Estación Piscícola fue determinada mediante bioindicadores, analizando los macroinvertebrados acuáticos (Hahn-von-Hessberg et al., 2009) encontrando 55 familias, siendo las más importantes Chironomidae (32,5%) y Thiaridae (26,7%) asociadas a bajos niveles de oxígeno, altas concentraciones de recuento de mesófilos, alta conductividad y altos niveles de microorganismos. Las demás familias tuvieron un 5% de representatividad, excepto la familia Palaemonidae con 6,7% de la población total. Los hongos registrados pertenecen a los grupos Oomycetos, Phycomycetos y Zygomicetos y morfoespecies como Cladosporium sp., Thielaviopsis sp., Rhizopus sp., Penicillium sp. y Fusarium sp. Los estudios limnológicos identificaron organismos planctónicos como Chroococcus sp., Botryococcus, Closterium, Coelastrum, Golenkini sp., Pediastrum sp., Scenedesmus sp., Spirogyra sp., Staurastrum, Ulothrix sp., Navicula sp., Synedra, Tabellaria, Asplachna sp., Brachionus sp., Filinia sp., Keratella sp., Lecane sp., Philodina sp., Trichocerca sp., Daphnia sp., Copépodos, Ferrissia sp., Epistylis (Hahn-von-Hessberg et al., 2007). Los parámetros fisicoquímicos del agua de la Estación en diversos puntos de observación (canales de acceso, estanques, rebose de los estanques, canales recolectores, noria) dieron como resultado para la temperatura un promedio de 24ºC+1,59ºC, oxígeno disuelto de 4,3+1,2 mg/L y pH de 7,2+0,45.

 

Diseño y elaboración del sistema de recirculación de agua

 

La infraestructura existente en la Estación Piscícola se diseño acorde a las necesidades del campesino de zona andina donde predomina una topografía quebrada, poca cantidad y baja calidad de agua, en el que se han desarrollado modelos autóctonos y de recuperación, buscando la optimización de los recursos y minimizar costos. Los modelos de estanques han sido desarrollados en varias etapas, constan de 64 estanques (áreas unitarias entre 100 y 500 m2, con profundidad promedio de 1 m, en tierra, cemento y tierra, cemento, polímero), un laboratorio ictiológico con 240 m2 de área cubierta. A partir de 1990 se recobra y moderniza la infraestructura existente, realizando nuevos diseños y materiales de recuperación para estanques de la zona andina.

 

El área utilizada para la recolección de agua de rebose o primera fase de recirculación es de 9.352 m2, la segunda fase comprenderá 6.200 m2 de un total de 21.832 m2 de espejo de agua que abarca la Estación. Para el desarrollo del proyecto de recirculación de agua no se realizaron modificaciones en el recorrido normal de abastecimiento de agua a los estanques ni de los canales de desagüe donde se obtiene el agua para su posterior recirculación (Figura 3). El recambio de agua en los estanques es únicamente de mantenimiento, devolviéndose normalmente (80% promedio) al cauce natural de la quebrada. El sistema de recirculación desarrollado consta en su primera fase de la captación de agua de recambio de siete baterías de estanques, donde se construyeron cajas colectoras, adaptándolas con compuertas en la parte inferior y en la parte superior se adecúo una tubería de 3 pulgadas para conducir el agua hacia los compartimentos del cilindro, la cual hace parte de la Noria modificada, para así por medio de energía hidráulica impulsar esta a través de un sistema de poleas. La estructura en sí de la Noria consta de tres partes: una Noria compuesta por una rueda a la cual se le adaptaron canjilones e impulsada con una cadena de eslabones, un Cilindro con compartimentos donde se recolecta parte del agua y un sistema de Poleas (Figura 4).

 

La Noria modificada está localizada al final de un canal de desagüe, donde se recoge el agua de recambio de tres baterías de estanques que desaguan directamente, y el agua de cuatro baterías de estanques que caen previamente en el Cilindro con compartimentos para generar movimiento con las poleas (Figura 3). La Noria es una estructura circular de 7 m de diámetro, construido de forma modular con ángulos de hierro ajustados entre sí con tornillería, adaptada con 32 canjilones construidos en fibra de vidrio, cada uno con una capacidad de 5 L, los cuales recolectan el agua cuando están en la parte inferior de la Noria, tomando únicamente la parte superficial del agua de la canal, evitando captar sedimentos; es llevado posteriormente el agua a la parte superior de la Noria donde los canjilones se desocupan y depositan el agua en la bandeja receptora, comenzando así la recirculación con un promedio de 1,5 L/seg de agua, esta es conducida inicialmente por un tubo galvanizado, que a su vez sirve de soporte de la Noria (Figura 4), a continuación es transportada por gravedad hasta la parte superior del canal principal de abastecimiento de agua de la Estación a la altura del Laboratorio Ictiológico, completándose así el ciclo.

 

El diseño de la Noria modificada fue realizado teniendo en cuenta las mediciones correspondientes a la cantidad de agua a ser recirculada procedente de las salidas de las baterías de estanques, tanto en la época de verano como en invierno; además, determinado por los niveles del terreno, adaptándose a una infraestructura existente en la Estación y diseñado en forma modular, para aplicarlo a diferentes terrenos y necesidades donde se requiere recircular agua por medio de la gravedad sin la utilización de energía eléctrica.

 

 

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El Cilindro posee 8 compartimientos, cada uno con una capacidad de 60 L, recibe el agua de recambio de 5.702 m2 de espejo de agua proveniente de cuatro baterías de estanques. Una vez que un compartimiento se ha llenado de agua, su peso produce un giro que induce un movimiento a través de las poleas conectado con una cadena de eslabones e impulsa la Noria, elevando los canjilones a la parte superior de la misma; la rueda se moverá dependiendo de la rapidez y la cantidad de agua que recibe el Cilindro con compartimentos. El sistema de poleas de la Noria está conformado por dos platos de hierro forjado de 70 cm de diámetro, conectados con la Noria y el Cilindro con compartimentos por medio de cadenas de eslabón permitiendo así su interacción.

 

En la Tabla 1 se discriminan los costos de construcción del sistema de recirculación de agua, como se ha descrito anteriormente. Los costos se han dividido en costos de construcción y mano de obra. Para la instalación se debe considerar una persona capacitada de apoyo a los trabajadores no cualificados. Los costos de ingeniería para la asesoría hidráulica no están incluidos. Los costos de materiales se indican en dólares. Se considera una vida útil calculada de 30 años, con un mantenimiento anual de $150 dólares, puede trabajar 24 horas durante los 365 días del año y no posee consumo de energía eléctrica.

 

 

 

 


 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

Para el siglo XXI, el mundo se enfrenta a un aumento en la frecuencia de eventos extremos asociados a la variabilidad climática (Birkmann, Tetzlaff y Zentel, 2009); cerca del 50% de la tierra ha sido transformada, trayendo consecuencias funestas para la biodiversidad y el medio ambiente, y como consecuencia efectos sociales y económicos negativos (FAO, 2012b). Se plantean desafíos para el sector agropecuario, lo cual requiere incorporar estrategias de adaptación y tecnologías, que faciliten un desarrollo sostenible y anticiparse a los eventos hidroclimatológicos (Ocampo, 2012). A pesar de los esfuerzos generales para crear un futuro sostenible, los indicadores mundiales señalan que la humanidad se aleja de la sostenibilidad.

 

En Colombia se estimó para la década del 2000 una pérdida promedio anual de la cobertura boscosa de 273.334 ha/año para las regiones de la Amazonía y los Andes (Cabrera et al., 2011), afectando entre 2010-2011 el 60% de bosques primarios de alta complejidad (Naciones Unidas, 2012b). El agua es un recurso indispensable para el desarrollo económico y el bienestar social. En promedio se requieren 3.000 L de agua por persona para generar los productos necesarios para su alimentación diaria (Silva et al., 2008). Las actividades agrícolas requieren en promedio un 10% del agua usada (FAO y FIDA, 2006). Ante el crecimiento de la población, tipos de asentamientos, actividades productivas y sistemas tecnológicos, se presentan efectos como la desregulación de la disponibilidad espacial y temporal en la oferta hídrica, deterioro de las condiciones biológicas y fisicoquímicas del agua, conflictos intersectoriales e interterritoriales, lo que ha forzado a buscar nuevas fuentes de abastecimiento de agua considerándose las aguas residuales o usadas una alternativa de producción (Silva, Torres y Madera, 2008).

 

La cuenca del río Chinchiná, a la cual pertenece la microcuenca El Berrión, es afectada por el fenómeno de variabilidad climática natural ENSO-Oscilación del Sur; La Niña ocasiona un incremento en los caudales del 28% en promedio; El Niño produce una disminución en promedio del 24%. Los cambios de caudal se deben a variaciones en las precipitaciones que producen los episodios fríos –aumentos del 27% al 140%– y los eventos cálidos –disminución del 18% al 55%– (IDEAM, 2010; Ocampo, 2012). Se estiman reducciones en la precipitación del 10% y aumento en la temperatura de 1,4°C, presentándose una reducción en la oferta hídrica entre el 5% y el 28%; el índice del uso del agua alcanzaría valores altos debido al crecimiento poblacional de la zona, las actividades económicas, la baja capacidad de regulación hídrica, manifestando un aumento considerable del Índice de Vulnerabilidad (Ocampo, 2012); coincidiendo con Pabón (2006), quien sugiere que se espera una disminución de los volúmenes de precipitación anuales hasta en un 30%, con posibles aumentos de temperatura en promedio de 4°C, en la región Caribe y Andina, afectando las vertientes de la zona Andina (PNUMA, 2006) y por ende la Estación.

 

El panorama planteado obligó a buscar alternativas, donde los problemas de cantidad y calidad de agua de la Estación puedan resolverse utilizando métodos tradicionales empleados durante cientos de años. El significado de la sostenibilidad en los tiempos modernos debe ser reevaluado a la luz de antiguas obras públicas y prácticas de gestión, sin embargo las tendencias actuales del uso del agua con tecnologías tradicionales cada día se están olvidando, poco se realiza para mantener y mejorarlas, para enfrentar el crecimiento de la población, la desertificación y los aspectos económicos. A nivel internacional, la inversión en investigación, evaluación, mantenimiento y despliegue de tecnologías tradicionales, ha sido básicamente inexistente (Mays, 2010b).

 

Es así como se desarrolló una Noria modificada como alternativa sostenible, para la recirculación de agua en producción piscícola; entendiéndose como sostenible, la capacidad de utilizar agua en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades del ser humano, seguridad alimentaria y garantizar la restauración y mantenimiento de los ecosistemas para preservar la vida para las generaciones futuras (Mays, Koutsoyiannis y Angelakis, 2007), esta sostenibilidad del agua debe ser considerada en políticas de nivel local, regional, nacional y a nivel internacional (FAO, 2012a, b).

 

 


 

CONCLUSIONES

 

Se presentan las bondades de un proyecto exitoso de recirculación de agua, el cual responde a las necesidades de una Estación Piscícola integrando el recurso hídrico al desarrollo sostenible social, ambiental y económicamente rentable, como lo sugiere Naciones Unidas (2012a, b).

 

La microcuenca que abastece la Estación Piscícola sufre el deterioro propio de la zona Andina como es la intervención, deforestación y contaminación. El objetivo de este trabajo fue realizar un recuento de las condiciones ambientales y buscar la implementación de una tecnología milenaria como es la Noria, modificando su diseño y adaptándola a las necesidades locales para promover el uso sostenible y racional del agua.

 

Para completar el sistema de recirculación de agua, se recomienda acoplarlo a un sistema de tapetes biológicos que mejoren la calidad del agua y, de esta manera, lograr independencia de los factores externos de presión antrópica, como los asentamientos urbanos, cambio del uso de los suelos, pudiendo ser una solución para estaciones piscícolas o producciones agropecuarias.

 

La academia juega un papel clave al iniciar el enfoque y el fomento en pro de nuevas alternativas a partir de tecnologías milenarias, buscando así alternativas productivas de bajo impacto ambiental y económicamente aplicables al campo.

 

 


 

AGRADECIMIENTOS

 

A la Secretaría de Agricultura de la Gobernación de Caldas, al Comité Departamental de Cafeteros de Caldas y a la Universidad de Caldas. Especial mérito al Señor Enrique Vélez Jaramillo, que con su ingenio y perseverancia fue posible realizar la Noria.

 

 


 

REFERENCIAS

 

 

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1. Esp. (c)Msc. Docente, Departamento de Producción Agropecuaria, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 

2. Ph. Docente Investigador, Pesquerías y Acuacultura, Universidad British Columbia - Canadá. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 

3. Ph. Docente, Departamento de Producción Agropecuaria, Universidad de Caldas. Manizales, Colombia. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 


 

Para citar este artículo: Hahn-von-Hessberg, C. M., Quintero, H. E. y Grajales-Quintero, A. (2016). Desarrollo e implementación de una Noria modificada como propuesta sostenible de recirculación de agua para una estación piscícola. Revista Luna Azul, 42,  185-199. Recuperado de 

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